Divergente (Verónica Roth)

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Ella está bien, entrenada en el arte de perderse a sí misma. No puedo decir lo mismo de mí misma.


"Haz lo que se supone que debes" dice siempre. Es tan fácil para él. Debería ser así de fácil para mí.


Siento que hay una burbuja en mi pecho que se expande más a cada segundo, amenazando con romperme desde mi interior.


En algunas partes del mundo antiguo, el halcón simboliza el sol. Cuando me lo hice, pensaba que si yo siempre tenía el sol en mí, no me daría miedo la oscuridad.


―¿Tienes miedo de la oscuridad? 

―Tenía miedo de la oscuridad ―me corrige―. Ahora me recuerda el miedo que he superado.


Si tenemos poco, deseamos poco y todos somos iguales, no envidiaremos a nadie.


Mi madre me dijo una vez que no podemos sobrevivir solos, incluso si pudiéramos no querríamos. Sin una Facción, no tenemos ningún objetivo o razón para vivir.


―Las pruebas no tienen que cambiar nuestras decisiones. 


Te amo. Sin importar lo qué pase.


"Facción antes que sangre". Más que nuestra familia, nuestras Facciones son donde pertenecemos. ¿Podía ser esto correcto?


 ― ¡El abismo nos recuerda que la línea que separa la valentía de la idiotez es muy delgada!  


―Ustedes nos escogieron ―dice él ―. Ahora nosotros tenemos que escogerlos.


Hay poder en el control de algo que puede hacer daño, en controlar algo, y punto.


Mi madre decía que la educación es un engaño envuelto en bonito papel de regalo.


Me mira, sus ojos recorriendo mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies, no persistiendo en ningún lugar, una mirada práctica y científica.


―¿Te gusta? ―pregunta ella. 

―Sí ―asiento―. Me veo como una persona diferente... 

Ella se ríe―. ¿Eso es algo bueno o algo malo?

―Algo bueno.


Pero ahora entiendo lo que Tori dijo acerca de que su tatuaje representa un miedo que superó, un recordatorio de dónde estaba, así como un recordatorio de dónde está ahora.


Es imposible tener una verdadera amistad cuando nadie siente que puede aceptar la ayuda o incluso hablar de sí mismos.


Un montón de gente me ha dicho que no les gusto. Y un montón de gente no. ¿A quién le importa?


― Los valientes saben reconocer la fuerza de los demás —contesta Cuatro.

― Los valientes nunca se rinden.

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