El cuaderno de Noah (Nicholas Sparks)

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Pero no me interpreten mal. No soy especial; de eso estoy seguro.


Pero he amado a otra persona con toda el alma, y eso, para mí, es más que suficiente. Para los románticos, esta será una historia de amor; para los escépticos, una tragedia.


Un segundo después la miro, pero ella no me devuelve la mirada. Lo entiendo, porque no me reconoce. Para ella soy un extraño.


Pueden llamarme soñador, ingenuo, o cualquier cosa por el estilo, pero estoy convencido de que todo es posible.


Había aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas, de las cosas que no pueden comprarse, y le costaba entender a la gente que veía la vida de otro modo.


Y a veces, poco antes de dormirse, se preguntaba si estaría condenado a vivir solo hasta el final de sus días.


La naturaleza da más de lo que quita, y sus sonidos evocan la esencia del ser humano.


Una vez había estado enamorado; de eso estaba seguro. Sólo una vez, una única vez, mucho tiempo atrás. Y aquella experiencia lo marcó para siempre. El amor perfecto deja huella, y el suyo había sido perfecto.


Pero cuando le estrechó la mano y vio esos impresionantes ojos color esmeralda, supo de inmediato que podría pasarse el resto de su vida buscando una mujer semejante y no encontrarla nunca.


Y cuando se despidieron en el porche, la besó por primera vez, preguntándose por qué había esperado tanto.


—Mi padre decía que el primer amor te cambia la vida para siempre, y por mucho que te empeñes, el sentimiento nunca muere del todo. La chica de la que hablas fue tu primer amor. Y hagas lo que hicieres, te acompañará siempre.


Siempre se preguntaría qué habría pasado si se hubiera quedado.


Ocultas una parte de ti a todo el mundo, incluso a mí. Es como si no estuvieras conmigo.


A veces, cuando me miras, sé que ves a otra persona. Es como si esperaras que ella apareciera por arte de magia y te llevara lejos de todo esto...


—¿Piensas en ello alguna vez?

—A veces.


—Yo no soy poeta. Leo poesía, pero jamás he podido escribir un solo verso. Y no porque no lo haya intentado.

—Aun así eres un poeta,


—Allie, si eres feliz y lo amas, no voy a impedirte que vuelvas con él. Pero si no estás totalmente segura, no lo hagas. En esta clase de asuntos, no se puede ir con medias tintas.

—He tomado la mejor decisión, Noah.


Vehemente, espontánea, apasionada, tal como él imaginaba a la mayoría de los artistas. Y sin lugar a dudas ella lo era.

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