Frases de Libros

Cazadores de Sombras "Los Orígenes": Princesa Mecánica (Cassandra Clare) 2

Además, había cosas que no se pueden poner en la poesía de todos modos, al igual que la forma en que cuando cierta chica curvaba su boca de una manera determinada , que él quería mucho inclinarse hacia adelante y . . . 

No estoy ciego, y nosotros somos personas con muchas cicatrices.

No hay manera de saber si al atravesarlo te llevará al destino que se requiere en este mundo o en otro completamente diferente, o quizá en el mismo infierno. 

Cuando dos personas son una en lo más profundo de su corazón, quiebran incluso la fuerza del hierro o del bronce.

Si tú dices que me necesitas, me quedaré todo el tiempo que pueda por ti.

Creo que cuando tomamos decisiones -para cada elección es individual de las elecciones que hemos hecho antes-, tenemos que examinar no sólo nuestras razones para hacerlas, pero qué resultado se tendrá, si las buenas personas se verán afectados por nuestras decisiones.

Siempre somos capaces de cambiar e incluso somos capaces de ser mejores.

Pero solo tú puedes realmente volverte en alguien más.

Cecily se preguntó, solo por un momento, como sería tener a alguien que mirara del modo en que Henry miraba a Charlotte —como si fuera una maravilla en la tierra.

Ella le sostuvo la cara entre las manos mientras se besaban – sabía un poco a hojas de té y sus labios eran suaves y el beso fue completamente dulce. Sophie flotó en él, en el prisma del momento, sintiéndose segura de todo el resto del mundo.

Cada quien ve su propia alma en los ojos de los demás.

El vínculo entre nosotros rompiéndose. Fue como si un gran par de tijeras cortara mi corazón por la mitad.

– Siempre fuiste la mitad de su corazón.

Puedo elegir ser para ella tanto como pueda ser, puedo elegir arder ante sus ojos tan brillantemente como yo deseo.

Tienes tanta fe en mí aunque yo no he hecho nada para merecerlo.

Eres una persona como yo. Eres como yo. Dices las cosas que pienso pero nunca digo en voz alta. Lees los libros que leo. Amas la poesía que yo amo. Me haces reír con tus canciones ridículas y la forma en que lo ves todo. Siento como si pudieras mirar dentro de mí y ver todos los lugares en los que soy extraña o inusual y adaptar tu corazón alrededor de ellos porque eres extraño e inusual de la misma forma.

–Te amo tanto, tan increíblemente tanto,– continuó, –y cuando estás tan cerca de mí, me olvido de lo que eres.

– Hay tantas cosas que son peores que la muerte– dijo. –No ser amado o no ser capaz de amar: eso es peor.

– Si puedes decirme que puedes morir mañana sin que nuestros labios se toquen de nuevo, y no te arrepentirás en absoluto, entonces dímelo, y desistiré de pedírtelo, por que se que no tengo ningún derecho.

– Él la besó en la comisura de la boca. –Te amo. Dios mío, te amo. He esperado tanto tiempo para decirlo–. Necesito saber que me crees cuando te digo que te amo. Eso es todo.

– La magia toma energía, pequeña.

– Hay algunas cosas que la magia no puede hacer, algunas heridas que no puede tocar.

Mi corazón la escucharía y latiría.

Se fue sin decir siquiera una palabra de despedida.

Vuelve a mí. No podría afrontar el perder mi corazón por completo.

– La vida no es solo sobrevivir, –dijo. – También existe la felicidad.

– No puedo creer que seas real, ahora. Soñé contigo una y otra vez.

– Te sientes igual, –dijo ella. – Y aún así, te ves tan distinto. Eres distinto.

Él se detuvo un momento y luego sonrió, esa sonrisa rara que iluminaba su cara y cambiaba toda la naturaleza de la misma.

Es extraño imaginarlo ¿no es así? -un corazón que repica- pero cuando me tocas, así es como es: como si mi corazón repicara en mi pecho.

No eres el último sueño de mi alma.

La vida está llena de riesgos. La muerte es mucho más simple.

– Estoy cansado de perder gente.

– Yo también, –pero es como yo digo ¿no? Se aprende a soportarlo.

Vive porque lo dejaste ir. Él pudo haberse quedado contigo y morir, si se lo hubieses pedido, pero lo amas lo suficiente para preferir que viva, incluso si esa vida está lejos de ti. 

No estás sin esperanzas porque tienes en ti mismo una infinita capacidad para alegrarte.

Eres lo que eres, y te amo.

No hay nada en ti que me pueda imaginar que no ame.

Eres única en el mundo, tal como eres la única en mi corazón.

La vida es un libro, y hay miles de páginas que no hemos leído todavía.

Dijiste que amabas las palabras de mi corazón, la forma de mi alma. Lo recuerdo. Recuerdo cada palabra que dijiste desde ese día hasta hoy. Nunca las olvidaré. Hay tantas palabras que deseo decir ahora, y tantas que deseo oírte decirme.