Capítulo L

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Amy pudo escucharlo en su trance. La voz de Draco hacía eco en su cabeza mientras seguía escuchándose gritar. Y cuando finalmente terminó de recitar aquel largo encantamiento, el libro se cerró de golpe y Amy salió de su trance, pero cayó de rodillas ahogando un gemido y rompió a llorar. Su cuerpo se había vuelto tan transparente que era casi imposible de ver.

Aquel oscuro encantamiento había transferido casi toda su energía hacia el armario.

—Amy. Amy preciosa, quédate conmigo, por favor. No me dejes —sollozó Draco arrodillándose frente a ella.

—No quiero irme, Draco. Por favor ayúdame —sollozó Amy.

—Toma mi energía, amor. Sabes cómo hacerlo.

—De acuerdo —Amy asintió.

Draco cerró los ojos y Amy lo besó por un largo tiempo, haciéndole sentir ese agradable cosquilleo en sus labios que tanto le gustaba. Y cuando dejó de sentirlo, abrió los ojos y vio el hermoso rostro de Amy muy cerca al suyo. Se veía risueña, radiante y preciosa, y él se sentía totalmente exhausto.

—¿Estás bien, Amy?

—Gracias a ti, Draco.

Draco sonrió y se dejó caer de espaldas en el suelo, jadeando de lo exhausto que estaba, y Amy se acurrucó sobre su pecho, sintiendo la calidez de su cuerpo.

La calidez de su cuerpo.

Amy se había vuelto tangible otra vez.

Ambos lloraban de emoción en silencio. Draco envolvió sus manos alrededor de la cintura de Amy y comenzó a acariciarle la espalda, sintiendo la delicada gasa de su vestido, y Amy, con las yemas de sus dedos, comenzó a dibujar círculos en el pecho de Draco sobre la tela de su camisa mientras tarareaba una canción.

Draco tenía muchas ganas de comérsela a besos, pero el cansancio pudo más y terminó quedándose dormido de lo exhausto que estaba. Amy lo notó al escuchar un suave ronquido y sonrió, y también se quedó dormida justo allí. Escuchando los latidos del corazón de su amado...


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Cuando Draco despertó, ya no abrazaba a su amada Amy, sino que sus manos descansaban sobre su estómago. Ya era de noche y no tenía idea de cuánto tiempo había estado durmiendo. Amy seguía allí, acurrucada sobre su pecho y estaba muy despierta. Había vuelto a ser intangible y era por eso que había despertado, y se había quedado velando el sueño de su amado en silencio.

—¿Dormiste bien, amor? —Preguntó Amy con voz de caramelo.

—Mejor que nunca, preciosa. Ya no me siento cansado, aunque me hubiera gustado... ya sabes, acariciarte más —respondió Draco y las mejillas de Amy se pusieron azules—. Tuve tanto miedo de perderte, Amy.

—Yo también me asusté, Draco. Escuché tu voz haciendo eco en mi cabeza, pidiéndome que me quedara contigo, y me aferré a ella para no desaparecer.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora