Capítulo LXIII

1.1K 113 111
                                    

Dos semanas habían pasado desde que Draco y Amy se mudaron a El Nido. Ese era el nombre clave que le habían dado a su escondite. Esa mañana, Amy despertó llorando, pues sentía un dolor punzante e insoportable en el vientre que la hacía revolcarse en la cama.

—¿Qué sucede, hermosa? —Preguntó Draco con preocupación.

—Siento punzadas en el vientre —sollozó Amy y notó algo húmedo entre sus piernas—. ¡Oh, por Merlín!

Amy había pasado sus dedos entre sus piernas y tanto sus ojos como los de Draco se abrieron como platos al verlos manchados de sangre. Draco palideció y retiró las frazadas de un tirón. El precioso y delicado babydoll de Amy estaba manchado con sangre entre sus piernas, y las sábanas también estaban manchadas.

—¡Oh, Santo Cielo! —Exclamó Draco aterrado—. Amy, ¿qué...?

—No te asustes, Draco —intentó calmarlo Amy—. Esto... de hecho es muy bueno.

—¿Bueno? ¡Pero si estás sangrando!

—Creo que he comenzado a menstruar, mi amor.

—¡Oh, por Merlín! —Chilló Draco con lágrimas de emoción en los ojos—. ¿Significa que vamos a poder tener hijos?

—Así es, cariño —Amy asintió—. Voy a poder darte un heredero —añadió llorando de alegría.

Una hermosa sonrisa se dibujó en el rostro de Draco y besó los labios de su amada con dulzura mientras lágrimas de alegría comenzaban a rodar por sus mejillas, pero se dio cuenta de que Amy aún sentía mucho dolor.

—Amy, yo... no sé qué hacer —dijo Draco con nerviosismo.

—Ayúdame a llegar al baño, por favor —respondió Amy haciendo una mueca de dolor.

Draco asintió, la ayudó a levantarse de la cama y, colocando su brazo como apoyo alrededor de su cintura, la ayudó a caminar hasta el baño. Amy se aseó y se cambió, y comenzó a usar las toallas femeninas que había comprado. Mientras tanto, Draco limpió la sangre de las sábanas con el encantamiento Tergeo, y luego Amy hizo lo mismo con el babydoll que se había cambiado y regresó a la cama.

Draco se recostó a su lado y la abrazó desde atrás, colocando sus manos en su vientre y sobándolo suavemente para intentar calmarle el dolor.

—¿Hay algo que puedas tomar para el dolor, hermosa?

—Sí lo hay. Existe una poción para esto, pero no podemos ni pensar en ir a comprar los ingredientes.

—Entonces nos quedaremos en cama el tiempo que sea necesario hasta que te calme el dolor.

Amy sonrió y giró su cabeza hacia Draco, hasta que sus labios encontraron los de él y se fundieron en un dulce beso. Pero el sonido del timbre los sobresaltó. Había alguien en la puerta.

Draco se levantó de la cama rápidamente, se puso su aterciopelada bata, cogió su varita y fue a ver quién era.

—¡¿Quién está ahí?! —Gritó con la varita en ristre, manteniéndose a una distancia alejada de la puerta.

—¡Soy yo, Narcissa Malfoy! —Respondió una voz femenina—. Nunca me declaré oficialmente como mortífaga, estoy casada con Lucius Malfoy, y tú, el Guardián de los Secretos de El Nido, me revelaste la dirección. Vine a ver cómo están Amy y tú, hijo.

—Mamá —exhaló Draco aliviado y corrió hacia la puerta para abrirla de golpe.

Narcissa lo abrazó en cuanto entró a la casa y Draco le devolvió el abrazo.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora