Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]

Capítulo XXIV

La primera prueba del torneo consistía en enfrentar dragones. Hagrid y Madame Maxime habían congeniado muy bien en el Baile de Navidad, así que él la invitó a una cita en la que la llevó a ver a los dragones de cerca.

Hagrid también le había pedido a Harry que lo acompañara esa noche, escondido bajo la capa de invisibilidad de su padre, para advertirle en qué consistiría la primera prueba.

Cuando Harry regresó al castillo, vio a Draco en una posición muy extraña en uno de los pasillos. Parecía como si estuviera acorralando a una chica contra la pared, pero estaba solo.

O tal vez no.

Harry se escondió rápidamente bajo su capa y entonces comprendió todo. Draco estaba acorralando a Amy contra la pared, y ella estaba muy ocupada besando sus labios.

Harry se sintió feliz por Amy porque sabía que estaba enamorada de Draco, pero sintió un poco de celos al mismo tiempo.

—Hay algo que debo conversar con Crabbe y Goyle —dijo Draco—. No tardaré mucho, lo prometo. Te veo en mi dormitorio en media hora, ¿sí?

—De acuerdo —Amy asintió y le dio un último beso en la boca.

Draco sonrió y se fue en dirección al Gran Comedor, y Amy se fue en dirección a las mazmorras dando saltitos. Pero se detuvo al escuchar la voz de Harry:

—Hola Amy.

—¿Harry? ¿Dónde estás?

—A tu izquierda.

Amy se volteó hacia su izquierda y Harry asomó su cabeza fuera de la capa, e inmediatamente volvió a esconderse.

—Malfoy y tú hicieron las pases, ¿eh? —Preguntó Harry y las mejillas de Amy se pusieron azules.

—Draco y yo somos novios —respondió Amy con voz de caramelo—. ¡Oh, por Merlín! ¿Nos viste?

—Lo lamento, no pretendía espiar.

—¿Y por qué estás usando tu capa de invisibilidad?

—Es que salí del castillo a hurtadillas. Acabo de enterarme de que la primera prueba del torneo consistirá en enfrentar dragones.

—Harry, debes tener mucho cuidado. Escucha, sé que eres inocente de lo que toda la escuela te acusa. Tú no pusiste tu nombre en el cáliz. No te ofendas, pero para poder engañar al cáliz, se necesita conocimientos muy avanzados de magia.

—¿Gracias? —Respondió Harry levantando una ceja y Amy soltó una risita—. Pero ahora toda la escuela me odia.

—Yo no te odio, Harry. Quien te odia es quien sea que haya puesto tu nombre en el cáliz.

—¿A qué te refieres?

—A que alguien te quiere muerto.

—¡¿Qué?!

—Este torneo es muy peligroso, Harry. Estudiantes han muerto en él antes. No es coincidencia que tu nombre apareciera de la nada en el cáliz, y que el cáliz haya enloquecido seleccionando a un cuarto campeón que casualmente eres tú.

—Es exactamente lo que me dijo Sirius.

—¿Hablaste con Sirius?

—Sí. Él también me dijo que tuviera cuidado. Le di tu mensaje, Amy, y dijo que sigues siendo tan amable y linda como te recuerda, pero que eso no va a cambiar su percepción de los hechos.

Las mejillas de Amy se pusieron azules y suspiró.

—Sirius, Sirius. No ha cambiado nada. Sigue siendo igual de testarudo —afirmó ella y Harry soltó una risita—. Ya debo irme, Harry. Buena suerte en el torneo.