Capítulo LXXV

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Neville se dirigió hacia el hospital lo más rápido que pudo, pero sin correr para no sacudir mucho a Amy y empeorar sus heridas, y en el camino se encontró con Hagrid.

—¿Neville? —Preguntó un muy confundido Hagrid al ver aquella horrible escena—. ¡Por las barbas de Merlín! ¿Qué demonios le pasó a Amy?

—A Amycus Carrow se le pasó la mano con su castigo —respondió Neville—. La torturó con la maldición Cruciatus en frente de todos y luego me ordenó que la lleve al hospital.

—¡¿Que se atrevió a hacer qué?! —Bramó Hagrid furioso—. Deja, muchacho, yo lo hago.

Hagrid tomó a Amy en sus brazos y la llevó al hospital a grandes zancadas seguido de Neville, quien iba trotando a su lado para seguirle el paso.

—¡Oh, Santo Cielo! ¿Pero qué fue lo que sucedió? —Preguntó Madame Pomfrey horrorizada al ver el estado en que se encontraba Amy.

Neville le explicó lo que había sucedido y Madame Pomfrey comenzó a curar las heridas de Amy, despotricando contra los Carrow y sus medievales castigos en cuanto Hagrid la recostó en la camilla. Luego procedió a curar las heridas de Neville.

—Ya puede regresar a clases, Sr. Longbottom. La señorita Kasemir necesita descansar. Puede venir a visitarla después —dijo Madame Pomfrey y Neville asintió—. Lo mismo va para usted, Hagrid.

—Esto no puede continuar así, o el próximo estudiante que ingrese aquí estará muerto —respondió Hagrid ceñudo y se marchó hecho una furia.

Neville también se marchó pero regresó más tarde. Y no estaba solo. Luna y Ginny estaban con él, pues les había contado lo ocurrido.

Cuando Amy despertó ya era de noche. Neville estaba sentado en una silla a la izquierda de su cama, sujetándole la mano, y Luna y Ginny estaban en el lado derecho. Los tres tenían una horrible expresión de preocupación en el rostro.

Amy le sonrió a Neville y apretó su mano en agradecimiento, y Neville le respondió con una pequeña sonrisa y una cabezada.

—Me alegra que despertara, señorita Kasemir —dijo Madame Pomfrey y le dio un plato de sopa caliente, pues Amy no había comido nada desde el desayuno.

—Gracias —respondió Amy, se incorporó hasta sentarse haciendo una mueca de dolor y comenzó a comer—. ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

—Casi todo el día —respondió Neville.

—Fuiste muy valiente, Amy —dijo Luna.

—Te sacrificaste para proteger a ese niño. Nadie habría hecho eso. Y la forma como le hablaste a Alecto Carrow estuvo brillante, Amy —añadió Ginny.

—Sólo hice lo que creí correcto —respondió Amy—. Alguien tiene que plantarles cara, así como también lo hizo Neville.

—Eso lo aprendí de ti, Amy —afirmó Neville y un rubor casi imperceptible cubrió las mejillas de Amy—. Ayuda mucho ver que alguien les plante cara, ¿sabes? Da esperanzas.

—Pero te han utilizado de afilador de cuchillos.

—¿Esto? —Dijo Neville señalando las heridas de su mejilla—. No es nada —añadió restándole importancia—. Por nada del mundo iba a hacer lo que Amycus Carrow quería que te hiciera, Amy.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Amy, pero rápidamente se desvaneció y entonces preguntó:

—¿Por qué presiento que la preocupación en sus rostros esconde algo más, chicos?

Neville, Luna y Ginny se tensaron e intercambiaron miradas. Entonces Neville respondió:

—Amy, suspendieron a Hagrid.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora