Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]

Capítulo XXVI

—¡Oh, por Merlín! ¿Estás bien, Dobby? —Preguntó Amy.

—Estoy bien, señorita Amy —respondió Dobby, levantándose del piso y volviendo a subirse a la mesa.

—¿Se conocen? —Preguntó un confundido Harry.

—¿Conocernos? La señorita Amy siempre fue buena con Dobby —respondió el elfo y Amy sonrió—. Dobby lamenta no haber podido hacer nada cuando a la señorita Amy...

—No hay necesidad de recordar eso, Dobby —lo interrumpió Amy.

—¿Por qué no pude verla antes?

—Nadie puede, Dobby —respondió Harry—. Excepto Malfoy. Él no necesita esconderse bajo una capa de invisibilidad para verla.

—¿El joven Malfoy? ¿Pero cómo?

—No lo sé —respondió Amy—. O tal vez sí. Es complicado.

—Me alegra verla, señorita Amy.

—A mí también me alegra verte, Dobby. Aunque, de hecho, te he visto en la mansión Malfoy durante años.

—¿Ha estado en la mansión?

—Durante mucho tiempo. Dobby, lamento mucho no haber podido hacer nada cada vez que te castigaban.

—Dobby lo entiende, señorita Amy. Pero Dobby es un elfo libre ahora. Harry Potter liberó a Dobby hace dos años, y Dobby ha estado trabajando en las cocinas de Hogwarts desde entonces. Nadie ha vuelto a maltratar a Dobby. Peeves le hace bromas pesadas a veces, pero sólo eso.

—Me alegra mucho.

—Dobby quiere ayudar a su amigo Harry Potter. Le trajo un vaso de leche tibia y trata de encontrar respuestas en estos pergaminos, pero aún no sabe cómo Harry Potter podría respirar bajo el agua para la segunda prueba.

—Por eso no has dormido en días, ¿cierto, Harry? —Preguntó Amy.

—¿Cómo lo sabes? —Preguntó Harry.

—Porque luces terrible, Harry.

Harry se sonrojó, pero Amy no lo notó ya que estaba escondido bajo su capa.

—La segunda prueba será dentro de unos días. Ron y Hermione también me han estado ayudando, pero aún no hemos hallado la respuesta y... no sé qué hacer, Amy.

—Puede que yo sí —respondió Amy.

—¿Qué?

—Escucha, Harry, he estado pensando en ello y... recordé que una vez leí que existen las branquialgas.

—¿Branquialgas? —Harry y Dobby preguntaron al mismo tiempo.

—Un tipo de algas que tienen el poder de producir branquias en la persona que las come, y le permiten respirar bajo el agua aproximadamente durante una hora, aunque sus efectos varían según el tipo de agua.

—¡Eres una genio, Amy! —Chilló Harry y las mejillas de Amy se pusieron ligeramente azules—. Pero, ¿cómo las conseguiré?

—Se me ocurre algo, pero es muy loco.

—No importa, Amy. Toda idea servirá.

—El armario de Severus. En él guarda sus ingredientes para preparar pociones. Estoy segura de que tiene branquialgas allí.

—¿Pero cómo entraré?

—Dobby lo hará —afirmó el elfo.

—¡Por supuesto que no! Es muy arriesgado —dijo Harry.