Capítulo LXXXII

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Amy y Neville ya habían logrado poner a todo el Ejército de Dumbledore a salvo en la Sala de Menesteres. Llevaban casi dos semanas ocultos allí.

Amy le había contado a Neville sobre el mensaje de Draco y el plan para rescatar a los prisioneros, pero le había pedido que lo mantuviera en secreto. Le aterraba pensar que algo hubiera salido terriblemente mal, pues aunque Luna había conseguido enviarle un mensaje a Neville y tuvieron noticias de Harry, Ron y Hermione gracias a un rumor que Terry Boot había escuchado, no había vuelto a ver a Dobby desde aquel día.

Esa noche en particular, todo estaba muy tranquilo en la Sala de Menesteres. Algunos chicos jugaban a los naipes explosivos, otros observaban el juego, y otros conversaban y reían.

Amy y Neville conversaban junto al vacío retrato de Ariana, cuando de repente, la niña regresó y dijo:

—Amy, ven conmigo, por favor.

—¿Qué sucede, Ariana? —Preguntó Amy.

—Es Harry Potter. Él y sus amigos están en casa de Ab.

Amy y Neville se miraron sorprendidos y sonrieron. Harry, Ron y Hermione se habían aparecido en Hogsmeade ignorando que había un encantamiento maullido en todo el pueblo. Estaban siendo perseguidos por un grupo de mortífagos, pero el Sr. Dumbledore los había guiado hasta Cabeza de Puerco a través del espejo.

—¡Lo sabía! ¡Sabía que Harry vendría! —Exclamó Neville contento—. ¿No te dije que era cuestión de tiempo? —Le preguntó a Amy, y ella sonrió y asintió.

—Cuida el fuerte, Nev. Regreso en un momento. Ya sabes qué hacer —dijo Amy y Ariana la dejó entrar por el túnel del retrato.

—Descuida —respondió Neville, dándose unas palmaditas en el bolsillo de su pantalón.

Harry, Ron y Hermione estaban expectantes en la salita del Sr. Dumbledore, pues Harry le había dicho a Aberforth que necesitaban entrar en Hogwarts y si había alguna posibilidad de que los ayudara. Entonces Aberforth le dijo a Ariana que ya sabía lo que tenía que hacer, y los tres amigos la habían visto irse de su retrato por una especie de túnel pintado detrás de ella, hasta desaparecer engullida por la oscuridad.

Unos momentos después, Hermione vio dos puntitos en el retrato, que poco a poco iban volviéndose más grandes. Ahora la niña regresaba acompañada de una figura: una muchacha bajita que tenía un muy largo y ondulado cabello verde, un ojo morado, un tajo en la cara, y vestía un desgastado y roto uniforme de Ravenclaw.

Harry no lo podía creer, Hermione se mostraba escéptica y Ron había arqueado las cejas mientras las dos figuras seguían aumentando de tamaño. De repente, el cuadro entero osciló como si fuera una pequeña puerta, revelando un túnel de verdad de donde salió la verdadera Amy.

—¡Harry! —Exclamó la muchacha con alegría, saltó de la repisa de la chimenea y abrazó a su amigo.

—¿Amy? —Dijo Harry confundido, pues el último lugar en que esperaría encontrarse a Amy era ese—. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo...?

Pero Harry no pudo terminar de articular esa última pregunta porque Amy le había dado una cachetada.

—¡Auch! ¿Y eso por qué? —Preguntó Harry frotándose la mejilla.

—Por el Sectumsempra que le lanzaste a Draco el año pasado. ¿En qué demonios pensabas? ¡Pudiste haberlo matado! —Le reprochó Amy ceñuda.

—Amy yo... Lo lamento —se disculpó Harry, y cuanto más la miraba, peor la veía: su amoratado ojo, las heridas y hematomas en su cuerpo, y su aspecto desaliñado, delataban que llevaba tiempo viviendo en pésimas condiciones.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora