Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]

Capítulo XXIII

Durante las vacaciones de Navidad, Draco y Amy se habían vuelto mucho más cercanos. Daban largos paseos por los jardines de la mansión; Draco con las manos en los bolsillos y Amy aferrada a su brazo.

Amy le había comentado que sus flores favoritas eran las rosas azules. Aunque eran bastante raras, había muchas en los rosales de la mansión, así que Draco recogía la rosa más bonita del jardín para ella cada día, y la colocaba en un florero sobre el escritorio de su suite. Eso la hacía muy feliz, y al final de las vacaciones había un hermoso ramillete de rosas azules en aquel florero.

Por otro lado, Amy le cantaba a Draco por las noches y velaba su sueño, como solía hacerlo cuando era niño. Pero en lugar de canciones de cuna, le cantaba canciones de amor.

El Torneo de los Tres Magos comenzó después de las vacaciones. La mayoría de los estudiantes de Hogwarts apoyaban a Cedric y seguían molestos por la participación de Harry, pues creían que sólo quería llamar la atención, y demostraban su molestia usando unos botones mágicos con la leyenda "Potter apesta", que después de unos segundos cambiaba a "Diggory es el mejor".

Draco y Amy conversaban sentados en la rama de un árbol:

—¿Sabías que en el torneo de 1792 se unieron los tres futuros directores de Hogwarts, Beuxbatons y Durmstrang por un basilisco que se soltó para que los campeones lo atraparan? —Preguntó Amy.

—No, no lo sabía —respondió Draco—. ¿Y tú sabías lo hermosa que te ves cuando quieres enseñarme algo nuevo?

Amy sonrió y sus mejillas se pusieron azules, y comenzó besarle la mejilla una y otra vez, con esos eléctricos besos que a Draco le gustaban tanto. Esos besos que lo hacían sonreír como bobo mientras el aroma del perfume de Amy invadía sus sentidos. Aunque lo último sólo ocurría cuando Amy se ponía cariñosa.

De repente, Harry pasó caminando muy cerca de aquel árbol, y como había una rivalidad muy marcada entre él y Draco desde el primer año, Draco no desperdició la oportunidad de molestarlo:

—¿Por qué tan tenso, Potter?

—¿Qué quieres, Malfoy?

—Mi padre y yo hicimos una apuesta. Le dije que no durarás ni diez minutos en el torneo. ¿Y sabes qué me dijo él? —Harry se encogió de hombros y Draco bajó del árbol de un salto—. Que no durarías ni cinco.

Amy rodó los ojos. Harry era su amigo pero Draco no lo sabía, así que no dijo nada y siguió observando sentada en aquella rama.

Crabbe, Goyle y Theodore Nott pasaban por allí y habían escuchado todo, entonces comenzaron a reír a carcajadas.

—¡Me importa un bledo lo que tú y tu padre piensen, Malfoy! —Espetó Harry—. Él es vil y cruel y tú eres patético.

Harry dio media vuelta y se dispuso a irse, y Draco frunció el ceño y lo apuntó con su varita, dispuesto a lanzarle un hechizo.

—¡Maldito...!

—¿No te han dicho que es de cobardes atacar a alguien por la espalda, muchacho? —Lo interrumpió Ojoloco y le lanzó un hechizo.

—¡No! —Chilló Amy y rápidamente bajó del árbol flotando.

Pero nadie la escuchó, con excepción de un pequeño hurón albino. A eso había quedado reducido Draco con aquel hechizo: un hurón.

—Cariño, ¿pero qué te han hecho? —Dijo Amy arrodillándose y tratando de agarrarlo, pero sus manos sólo lo atravesaban.

Harry y otros estudiantes que estaban cerca de allí comenzaron a reír a carcajadas. Ojoloco echó al pequeño hurón dentro de los pantalones de Crabbe, y él comenzó a hacer movimientos graciosos mientras el hurón trataba de salir.