—¿Amy? Amy, mírame por favor.
La voz de Draco se escuchaba muy lejana para Amy a pesar de que ambos estaban en la misma habitación. Ella estaba sentada en el marco de la ventana de la suite de Draco en la mansión Malfoy, con la mirada perdida en el horizonte.
El apuesto Draco de 15 años se sentó a su lado, entonces Amy lo miró y sus mejillas se pusieron azules. Draco sonrió porque sabía que eso significaba que le gustaba tenerlo tan cerca. Había aprendido a leer el lenguaje corporal de su hermosa novia porque ya no era la misma desde aquel incidente en el torneo.
Amy ya no hablaba. Había entrado en una especie de estado de shock y Draco no sabía porqué. Desde que regresaron a la mansión para las vacaciones de fin de curso, todo lo que hacía era sentarse en el marco de aquella ventana para perderse mirando el horizonte. Si Amy estuviera viva, lo más probable es que también habría dejado de comer.
—Recogí la rosa más bonita del jardín para ti, Amy —dijo Draco enseñándole una preciosa rosa azul.
Amy sonrió y le acarició la mejilla con ternura, haciéndolo estremecer aunque no podía sentir sus caricias. Draco sabía que esa era su forma de decir gracias.
—La pondré en el jarrón junto a las otras.
Draco colocó la rosa en el jarrón de su escritorio. Había un hermoso ramillete de rosas azules allí, pues él recogía la rosa más bonita del jardín para ella cada día y las vacaciones ya estaban a punto de terminar.
Dentro de un par de días, Draco debía regresar a Hogwarts para comenzar su Quinto Año y quería a su Amy de vuelta. Ella estaba allí pero, en cierta forma, era como si no estuviera, y eso le dolía mucho.
Draco volvió a sentarse junto a Amy, tomó su varita y apuntó hacia la caja de música que le había regalado, entonces la música comenzó a sonar y la diminuta bailarina comenzó a bailar.
—Te gusta, ¿verdad? —Preguntó Draco, y Amy sonrió y asintió—. Mira, tengo galletas de animalitos —añadió, enseñándole una pequeña bolsa de galletas que sacó de su bolsillo.
Amy siguió atentamente sus movimientos mientras él colocaba la bolsa en el marco de la ventana. Su barbilla había comenzado a temblar y sus hermosos ojos grises le dolían de tanto contener sus lágrimas, hasta que ya no pudo más y se quebró.
—Lo siento mucho, Amy —sollozó Draco—. Te prometí que te protegería y no pude hacerlo... No sé qué fue lo que te pasó que te dejó así, tan fría, tan distante... Sólo sé que quiero a mi Amy de vuelta. Por favor regresa a mí, Amy... —Draco suspiró—. Te amo.
Amy jadeó y las lágrimas de emoción comenzaron a rodar por sus mejillas. La muchacha acunó el rostro de su novio delicadamente entre sus manos y limpió sus lágrimas suavemente con sus pulgares.
Sí, las limpió.
Draco jadeó y sus ojos se abrieron como platos, y una hermosa sonrisa de dibujó en su rostro al sentir las suaves y delicadas manos de su novia en sus mejillas.
—¡Oh, por Merlín! ¡Está pasando otra vez! —Chilló Draco emocionado.
Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Amy mientras miraba las palmas de sus manos con incredulidad, pues acababa de tocar el hermoso rostro de su novio y aún tenía los pulgares mojados con sus lágrimas.
Draco abrió la bolsa de galletas y buscó una en especial, y al encontrarla, se la enseñó a Amy.
—Mira Amy, un hipogrifo.
Amy miró a Draco con ternura, pues se había dado cuenta de lo que quería hacer, así que abrió la boca y él le acercó la galleta con la mano temblorosa, con la esperanza de que pueda comerla.
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Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]
Fanfiction[OBRA TERMINADA] El pequeño Draco ha sido cuidado toda su vida por Amy, una peculiar muchacha de 17 años que él cree que es su amiga imaginaria. El tiempo pasa para Draco pero no para Amy, pues ella esconde un oscuro secreto. ¿Qué sucederá cuando la...