Capítulo XXXV

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Antes de las vacaciones de Navidad, Harry había estado teniendo pesadillas en las que veía una extraña y solitaria puerta negra al final de un oscuro pasillo, y la peor de ellas fue cuando se vio a sí mismo como una serpiente que cruzó aquella puerta y atacó a Arthur Weasley, hiriéndolo de gravedad.

A altas horas de la noche, Ron llevó a Harry ante la profesora McGonagall y le contaron lo sucedido, y ella a su vez los llevó ante el profesor Dumbledore para alertarlo. El director temía que no hubiera sido una simple pesadilla y envió a los retratos de su despacho al Ministerio a buscar al Sr. Weasley, pues él estaba de guardia aquella noche.

Cuando los retratos regresaron, sus temores se hicieron realidad. Confirmaron que Arthur Weasley había sido atacado y estaba muy malherido, pero lo bueno era que el Señor Tenebroso no pudo obtener lo que buscaba.

Dumbledore envió a todos los hermanos Weasley a San Mungo por traslador para que se reunieran con su padre, y le pidió al profesor Snape que le diera lecciones de Oclumancia a Harry de inmediato, pues sospechaba que había una conexión entre la mente Voldemort y la de Harry, y debía evitar a toda costa que entrara en su mente, de otro modo todos serían vulnerables.

—Parece que hay una conexión entre la mente del Señor Tenebroso y la tuya —dijo Snape mientras Harry y él entraban en su salón de clases—. Si él sabe o no sobre ésta conexión no está claro por el momento, así que reza por que aún lo ignore.

—¿Quiere decir que si él lo sabe, será capaz de leer mi mente?

—Leerla, controlarla y desquiciarla. En el pasado, era un placer del Señor Tenebroso el invadir las mentes de sus víctimas, creando visiones diseñadas para torturarlos hasta la locura. Sólo después de extraerles la última gota de agonía y tenerlos literalmente suplicando morir, finalmente los mataba...

En ese momento, la imagen de una sonriente Amy apareció en la mente del profesor y se perdió en uno de sus recuerdos:

—Gracias por habérmelo presentado, Sev —dijo una muy risueña Amy de 17 años y le dio un fuerte abrazo.

—¡Oh! —Respondió un Severus de 17 años con sorpresa, pues no estaba acostumbrado a las muestras de afecto, pero le devolvió el abrazo tímidamente.

—Ay, perdóname. Sé que no eres muy amigo de las muestras de afecto, pero es que estoy muy emocionada. ¡Oh, por Merlín! ¿Qué vestido me pondré?

—Cálmate, Amy. Lo resolverás.

—Tienes razón. Le pediré a...

—¿Profesor? —Dijo Harry, sacándolo de aquel recuerdo y devolviéndolo a la realidad.

—Si se usa apropiadamente, el poder de la Oclumancia será un escudo que te protegerá de su acceso o influencia —respondió Snape volviendo al tema—. En estas lecciones intentaré penetrar tu mente y tú intentarás resistirlo. Prepárate, Potter —añadió y lo apuntó con su varita—. ¡Legeremens!

Harry chilló pues sintió un terrible dolor de cabeza cuando Snape penetró su mente y tuvo fácil acceso a sus recuerdos más recientes, incluyendo el de la extraña puerta que veía en sus pesadillas.

—¡Concéntrate, Potter! ¡Legeremens!

Harry volvió a chillar de dolor, pues era una tarea muy difícil evitar que Snape leyera su mente. Ese tipo de magia era muy avanzada y no se enseñaba en Hogwarts, pero era de vital importancia que Harry aprendiera.

Así, Harry comenzó sus lecciones de Oclumancia en secreto por las noches y ya llevaba bastantes cuando ascendieron a Umbridge al cargo de directora, aunque no había tenido muchos avances.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora