Capítulo LXXIV

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Dos meses después...

—Los muggles son como animales, estúpidos y sucios, que obligaron a los magos a esconderse porque eran crueles con ellos, pero les aseguro que ahora va a restablecerse el orden natural —dijo la profesora Alecto Carrow en la clase de Estudios Muggles.

Amy frunció el ceño y apretó los puños bajo su pupitre. Todas las clases se veían obligados a escuchar discursos similares, pero ese día Amy se hartó y levantó la mano.

—¿Sí, señorita Kasemir? —Dijo Carrow.

—¿Y cuánta sangre muggle tienen usted y su hermano, profesora Carrow? —Preguntó la muchacha.

—¡Qué insolencia! —Bramó la profesora y agitó su varita.

Amy ahogó un gemido de dolor y se llevó una mano a la mejilla izquierda. Sintió un líquido frío en sus dedos y se dio cuenta de que estaban manchados con sangre. Alecto Carrow le había hecho un tajo con magia.

—¡Está castigada, señorita Kasemir! ¡No voy a tolerar que una sangre sucia inmunda venga a faltarme el respeto a mí y a mi hermano! Debería estar agradecida de que se le permita estudiar en este colegio. Estoy segura de que el profesor Carrow le pondrá un castigo ejemplar. ¡Vaya con él ahora mismo!

Amy salió del salón de clases y se dirigió al baño de chicas. Había aprendido de Draco a llevar siempre una botella de díctamo en el bolsillo de su túnica. Se curó la herida y la asustó una voz femenina que salió de uno de los cubículos:

—¿Amy?

Amy soltó un gritito y se volteó de un salto.

—Hola Myrtle.

—¿Pero cómo es esto posible? Creí que estabas muerta —dijo una muy sorprendida Myrtle la llorona.

—Lo estuve —respondió Amy.

—Pero... Ningún hechizo puede revivir a los muertos. ¿Cómo regresaste?

—Es una larga historia, Myrtle. Me encantaría contártela, pero lo haré en otro momento, ¿sí?

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—Y... ¿Draco y tú siguen juntos?

—Así es —respondió Amy con un adorable rubor en sus mejillas—. Él me contó que lo escuchaste y lo consolaste cuando pasaba por momentos muy oscuros, y te lo agradezco.

Myrtle sonrió y se dio cuenta de que Amy tenía una herida en el rostro.

—¿Qué te pasó en el rostro, Amy? —Preguntó con preocupación.

—Un castigo cortesía de Alecto Carrow —respondió Amy—. Y ahora debo ir con Amycus Carrow a continuar mi castigo. No sé lo que vaya a hacerme, pero espero que termine pronto.

—¿Qué le está pasando a Hogwarts? Ni cuando yo vivía habían castigos de ese tipo.

—Mientras estemos dominados por mortífagos, las cosas sólo van a empeorar. Pero estoy aquí para hacerles frente.

—Eres muy valiente, Amy —afirmó Myrtle y una sonrisa triste se dibujó en el rostro de Amy.

—Escucha, será mejor que me vaya antes de que mi castigo sea peor.

—Me dio gusto verte de nuevo, Amy.

—A mí también, Myrtle.

Amy se marchó y fue directo al aula de Artes Oscuras. La muchacha llamó a la puerta y Amycus Carrow la abrió de inmediato.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora