Capítulo XIII

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Draco temía que algo malo estuviera sucediéndole a Amy, a juzgar por el grito que escuchó, así que intentaba razonar con Pansy para ir a buscarla.

—Escucha, Pansy, es de vital importancia lo que tengo que hacer. Necesito salir ahora.

—De ninguna manera me quedaré aquí sola, Draco. Iré contigo.

Draco cerró los ojos y respiró hondo para no explotar, y no tuvo más remedio que aceptar. Después de todo, aceptar era mejor que quedarse a perder el tiempo discutiendo con ella.

—De acuerdo, Pansy. Sígueme.

Pansy asintió y ambos salieron del compartimiento con su varitas en mano, en guardia y atentos a lo que sea que pudieran encontrarse en el camino, y aunque ella caminaba detrás de Draco, aprovechó para agarrarse de su mano.

Draco se asustó pero no dijo nada, pues no sabía cómo reaccionar al respecto. Estaba muy confundido. Por un lado, Amy era su compañera de toda la vida y se sentía muy atraído hacia ella, y por otro lado, Pansy había comenzado a insinuársele de una forma tal, que logró alborotarle las hormonas increíblemente en tan sólo unas horas.

Ambos siguieron caminando, apretándose las manos con fuerza, hasta que escucharon los sollozos de una niña en un compartimiento cercano.

—Cálmate por favor, Astoria. Ya se fue —decía Daphne Greengrass en voz baja, abrazando y tratando de consolar a su pequeña hermana.

—¿Daphne? —Dijo Pansy, acercándose a la puerta del compartimiento.

—¡Oh, por Merlín! Qué bueno que estás aquí, Pansy. No logro que Astoria se calme. ¿Me das una mano?

—Creo que deberías quedarte, Pansy —añadió Draco.

—Sí —Pansy asintió, entró al compartimiento y cerró la puerta.

Mientras tanto, Amy luchaba inútilmente por conservar su energía mientras era absorbida por el dementor.

—¡Ayúdenme! —Sollozaba ella, pero estaba tan débil que su grito de auxilio sonó más como un susurro.

En ese momento, Draco llegó al vagón donde estaba Amy y vio al dementor de espaldas, ignorando por completo que la estaba atacando, y fue cegado por una luz blanca muy brillante que salió de uno de los compartimientos.

Otro dementor estaba atacando a Harry Potter en aquel compartimiento, de la misma manera que Amy era atacada en la puerta de éste, y el profesor Lupin, quien viajaba en el mismo compartimiento, usó un poderoso hechizo para ahuyentarlo y, sin saberlo, ahuyentó también al otro dementor y salvó a Amy.

Amy soltó un leve gemido y cayó de espaldas en el suelo. Draco la escuchó y se fregó los ojos, pues su visión estaba borrosa debido a aquella luz blanca que lo había cegado.

En ese momento, las luces del tren se encendieron y entonces pudo verla.

—¡Amy! —Exclamó Draco y corrió hacia ella, y se arrodilló a su lado.

—¿Draco? —Dijo ella con voz débil y logró sentarse.

—¡Oh, Santo Cielo! Amy, ¿qué te pasó? —Preguntó él con preocupación al ver que el cuerpo de la muchacha estaba más transparente que de costumbre.

—Esa criatura espantosa comenzó a absorber mi energía. ¡Fué horrible! —Sollozó Amy—. Creí que no volvería a verte, Draco... Que nunca podría decirte que...

—Shh... —Draco puso su dedo índice sobre los labios de Amy, y aunque ella no podía sentirlo, se calló—. Tranquila Amy, aquí me tienes. Conserva tu energía, por favor —le dijo con dulzura y se abrazaron.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora