Capítulo XC

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Nota: Capítulo largo.

Prapárense una taza de chocolate caliente, por si acaso tengan a mano unos pañuelos, pónganse cómodas y disfruten x

~~~~~ O ~~~~~

Harry gritaba mientras caía precipitadamente por un espacio soleado, hasta que finalmente se estrelló contra el césped de un solitario parque infantil:

Sentadas en los columpios habían dos pequeñas hermanas: una era rubia, y la otra, pelirroja; y un niño muy flaco y pálido de cabello negro y excesivamente largo, de no más de 8 o 9 años, las observaba oculto detrás de unos matorrales.

La niña pelirroja hizo aparecer una pequeña margarita en la palma de su mano como por arte de magia, y la niña rubia la miró con espanto y le gritó:

—¡No hagas eso, Lily! ¡Mamá te ha prohibido hacer eso!

—Pero si no pasa nada, Petunia —respondió la niña pelirroja—. Mira esto. Mira lo que hago —añadió y la margarita comenzó a cerrar y abrir sus pétalos una y otra vez.

—¡Basta, Lily!

—No te hace nada —aseguró Lily, y la flor desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

—Eso no está bien —protestó Petunia—. ¿Cómo lo haces, Lily? —Preguntó sin poder disimular su curiosidad.

—Está muy claro, ¿no? —Dijo el niño sin poder contenerse más y salió de su escondite.

Petunia soltó un gritito y se aferró con fuerza a las cadenas del columpio, pero Lily se quedó observando al niño con curiosidad. Él vestía una ropa que parecía mal combinada a propósito: unos vaqueros demasiado cortos, un abrigo raído y muy largo que era como 10 tallas más grande que él, y un extraño blusón.

El niño debió de lamentar su propio aspecto, porque cuando miró a Lily, quien se veía muy linda con su vestidito veraniego, unas débiles manchas rosadas le colorearon las pálidas mejillas.

—¿Qué es lo que está muy claro? —Preguntó Lily.

El niño parecía nervioso y emocionado, pero bajó la voz y le dijo en un susurro:

—Sé lo que eres.

—¿Y eso qué significa? —Preguntó Lily.

—Eres... una bruja.

—¿Te parece bonito decirle eso a una chica? —Espetó Lily ofendida.

—¡No! —Gritó el niño con nerviosismo, y se había ruborizado más porque las hermanas lo miraban ceñudas—. Es verdad. Eres una bruja —repitió—. Hace tiempo que te observo. Pero no hay nada malo en eso. Mi madre también lo es, y yo soy mago.

Al escuchar esas palabras, Petunia se echó a reír con ganas y el niño sintió como si le echara un balde de agua fría encima.

—¿Un mago? —Se burló Petunia—. Yo te conozco. Eres el hijo de los Snape. Viven al final de la calle de la Hilandera, junto al río —le dijo a Lily, y su tono denotaba desprecio.

—¡Yo le creo! ¡Le creo que es un mago! —Chilló una niña muy bajita de cabello corto y verde, y se acercó a Petunia dando fuertes pisotones en el césped con sus sandalias—. ¿Y qué si vive ahí? Eso no lo hace menos que tú —le espetó ceñuda, y una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del niño.

—¡Pero nos espiaba! —Se defendió Petunia.

—¡No las espiaba! —Protestó Snape, acalorado e incómodo—. Además, a ti no tengo por qué espiarte. Tú eres muggle —añadió con desprecio.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora