Capítulo XLV

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—¿Qué escondes ahí, Draco? —Preguntó Astoria—. Has estado entrando a esa puerta todos los días.

—¿Acaso has estado espiándome? —Preguntó Draco.

—Sí. Lo admito. Pero sólo porque estoy preocupada por ti.

Amy no se había dado cuenta de que Astoria también había estado siguiendo a Draco porque, al parecer, ella no era la única que sabía esconderse bien.

—Agradezco tu preocupación, Astoria, pero estoy bien.

—No estás bien. Lo que sea que escondas ahí dentro está acabando contigo, Draco. ¿Qué ya no te miras al espejo? Te ves muy enfermo —afirmó Astoria y Draco desvió la mirada—. Ven, entremos juntos.

Astoria entrelazó su mano con la de Draco y él estaba muy cansado como para poner resistencia, así que ambos entraron a la Sala de Menesteres tomados de la mano.

Pero había algo muy diferente allí. La sala no se veía igual a como estaba cuando Draco entraba allí solo. Se había convertido en una pequeña habitación con iluminación tenue, música suave, una mesa redonda con dos sillas en el centro y un aterciopelado sofá rojo al fondo.

"¿Qué?", se preguntó Draco confundido, y más aún al ver una botella de hidromiel y dos copas vacías sobre la mesa.

—¡Qué romántico! ¿Acaso ibas a tener una cita? —Preguntó Astoria.

—Estoy todo sucio y sudado, Astoria. ¿En serio crees que tendría una cita así? —Respondió Draco y Astoria se encogió de hombros.

—A mí no me importaría. Creo que te ves muy sexy, si me lo preguntas —Astoria le guiñó un ojo con picardía y una media sonrisa se dibujó en el rostro de Draco.

—¿Y qué hay de ti, Astoria? ¿Vas a tener una cita? Claramente estás vestida para una cita.

—Ya que lo preguntas, la respuesta es sí. Voy a tener una cita contigo, Draco.

Ahí estaba el porqué la Sala de Menesteres había cambiado. En ese preciso momento, Draco se dio cuenta de que cambiaba según las necesidades del que la encuentre al recordar que Harry Potter la había usado para entrenar al Ejército de Dumbledore en el anterior curso.

Astoria empujó a Draco hacia el sofá, y él cayó sentado sobre éste fácilmente ya que estaba débil por no haber dormido ni comido como se debe en mucho tiempo.

—¿Qué haces, Astoria? —Preguntó Draco cuando ella lo montó a horcajadas y su vestido se arremangó prácticamente hasta su cintura, revelando sus bragas rojas de encaje.

—¿Qué tengo que hacer para que notes que existo, Draco? ¿Qué no te das cuenta de que estoy loca por ti? —Preguntó Astoria y le mordió suavemente el labio inferior—. Estoy loca por ti desde que te conocí —susurró contra sus labios y lo besó.

Astoria lo había estado siguiendo durante semanas y se había mentalizado que su primer beso sería con él, e inclusive había comenzado a fantasear con él desde que su cuerpo comenzó a cambiar. Quería experimentar todas aquellas cosas que le habían explicado en la incómoda clase de educación sexual a los 11 años. Y ahora que finalmente había probado el sabor de los labios de su amor platónico, ¿por qué no matar dos pájaros de un tiro?

Draco le devolvió el beso con suavidad y Astoria se sintió en el cielo. Ella comenzó a menear sus caderas, frotándose contra la entrepierna de Draco hasta que él dejó escapar un gemido y la apartó de golpe.

—¿Qué sucede, Draco? ¿No quieres?

—¿Estás loca, Astoria? Tienes 14.

—Será nuestro secreto —Astoria susurró contra sus labios y le mordió suavemente el labio inferior, haciéndolo jadear.

Ghost of You || Draco Malfoy Fanfic [TERMINADA✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora