Capítulo 61.

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Capítulo 61

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Capítulo 61.

Presioné los párpados con pesadez, a pesar de que continuaba dormida y relajada. Mi teléfono no dejaba de sonar una y otra vez, pero estaba tan a gusto, que no quería levantarme del sillón. Por un momento, removí mi cuerpo y me di cuenta de que una de las manos de Adrián descansaba sobre mis pechos. Su rostro angelical reposaba sobre la piel de mi espalda y podía percibir su tranquila respiración. Era de lo más placentero sentir la calidez del hombre que amaba. Metafóricamente, me sentía como en casa.

Cuando el sonido de mi teléfono continuó escuchándose con insistencia, sujeté su mano y comencé a besar cada uno de sus dedos. Él se removió detrás de mí y me respondió al plasmar suaves besos sobre mi espalda.

—Dime que tuve un largo sueño —fue lo primero que me dijo con la voz ronca—. Dime que el mundo no está en peligro por un jodido virus, que Jesse y Amanda no existen, que tu teléfono no está jodiendo nuestro íntimo momento de descanso y que...

—¡Doctor Wayne, necesito que despierte! —la enfermera Garret tocó la puerta del cuarto de descanso—. ¡Hay un caso de apendicitis que debe mirar en el quirófano, así que cuando salga de su nidito de amor, prepárese!

—Y que Garret no está tocando la puerta —terminó de decir el ojiverde al presionarme contra su cuerpo—. Mierda, detesto ser el doctor Wayne —bostezó.

—Eso no es cierto —me giré como pude y escondí mis ojos en su cuello—. Debes ir.

—¿Cómo puedes decirme que vaya cuándo te pegas más a mí? —me abrazó al acariciar mi desnuda espalda—. En serio, necesito unas largas vacaciones contigo solo para poder metértelo y dormir todo lo que sea necesario después de echártela adentro. Me gustaría que pasáramos el tiempo desnudos y sin que nadie nos moleste.

—Eso suena muy delicioso.

—Porque lo es —besó mi frente y se levantó del sillón al sujetar un cojín para cubrir su enorme miembro, mostrándose desnudo sin ningún pudor.

Cuando la enfermera Garret volvió a tocar la puerta, Adrián la abrió de sopetón, pasando su mano desocupada sobre su frente cubierta por los mechones de su castaño cabello que se encontraba alborotado.

—Ya te escuché, Garret —le gruñó.

—Vaya, ya veo que la recuperación de la "doctora Doménech" está siendo muy efectiva —enarcó las cejas al remarcar lo que ya era para ella y el hospital.

»Felicidades, señorita Doménech. Ya me he enterado de que la veré más seguido en este piso. Me alegra comprobar que ya se siente mejor.

Aunque ella me felicitó con un tono de voz muy dulce, volvió a mirar a su jefe con decisión y simulando seriedad.

—La mejor comprobación de su actual estado la hice anoche —le respondió Adrián con sumo descaro.

—A veces creo que prefiero que me despida, Wayne —bufó la enfermera Garret al mirarnos con picardía.

MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora