Capítulo 18.
Adrián estaba sentado junto al escritorio que a veces compartía con el dueño del hospital. Sin embargo, como en muchas ocasiones, se encontraba solo y absorto en un papeleo exagerado. Cuando me acerqué, sus ojos claros se encontraron con los míos. Luego se levantó del asiento y rodeó el escritorio hasta acercarse a mí, mirándome con la seriedad que lo caracterizaba. No parecía muy contento que digamos y ya asumía que mi tardanza para verlo lo tenía un poco desesperado.
Una sonrisa se dibujó en mis labios y no dudé en colocar mis manos sobre su cuello, dejando que él colocara las suyas sobre mi cintura. Luego un prolongado y sensual beso se adueñó de ambos cuando metió su lengua en mi cavidad oral, adueñándose de la mía con ímpetu. Al despegar mi boca de la suya, ambos recuperábamos el aliento que de momento nos estaba faltando. Podía sentir la excitación y el deseo de ambos por cada poro de mi piel.
—¿Y cómo le fue a mi novia preciosa en su examen de revalidación? —enarcó las cejas en mis narices, mirándome fijamente. Estaba más que interesado en saber los detalles.
—Creo que bien...
—Aly, te conozco a la perfección —bufó y apartó un poco su rostro para mirarme con más determinación—. Así que supongo que es la respuesta que le has dicho a los que te han preguntado.
—¿Cómo lo sab...
—No deberías responderme una pregunta con otra interrogativa —rodeó el escritorio y volvió a sentarse como dueño y señor, ofreciéndome asiento al estirar su mano con elegancia—. ¿Y bien? —insistió cuando me senté.
—Hoy estás muy temperamental, Wayne —bromeé—. Y para ser sincera, hace tiempo que no te veía tan...
—¿Estresado? ¿De mal humor? ¿Lleno de incertidumbre?
—Exacto.
—En un par de semanas debo volver a viajar a Francia con mi padre por el asunto del virus —me informó abiertamente—. Es una de las razones que me tienen de este humor excelente —me dijo con sarcasmo—. Pero antes de que hablemos de mí, mejor dime que realizaste el examen sin ningún problema...
—Siento que sí —asentí al achicar los ojos—. Es decir, no soy el tipo de persona que tiene una mente prodigiosa y que anda por ahí paseándose con un traje bonito y con un culo firme —le dije, refiriéndome a él—. Pero sí, siento que hice lo mejor que pude en ese examen. Ojalá pueda aprobar —lo miré con una pizca de preocupación—. Además, solo sería el comienzo de mi carrera como médica, ya que me faltaría aprobar el examen para ser admitida en la residencia para especializarme en cirugía general —suspiré llena de anhelo y esquivé sus ojos claros por leves instantes.
—Aly, en realidad sabes que todo eso que estás pasando en cuanto a lo académico es porque así lo quieres. Si hubiese sido por mí, ya estuvieras trabajando para mí —recostó la espalda sobre el asiento y alzó la mirada con arrogancia—. Me frustra constantemente que no me dejes hacer nada en cuanto a eso.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 4) Fue inevitable que Adrián y Alysha no se dejaran llevar por la intensa atracción y la fuerte conexión que los unía desde un pasado que fue muy difícil para el prestigioso médico cirujano. Adrián y Alysha tendrían que vivir y recorrer...