Capítulo 54.

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Capítulo 54

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Capítulo 54.

Jesse comenzó a manosearme con descaro, pero yo no podía hacer nada para detenerlo. Estar atada de manos y piernas no me ayudaba en lo absoluto. Sus manos tocaban mis pechos y mi abdomen, causando que sintiera repulsión hacia sus actos. Lloraba tan fuerte, que sentía que perdía la voz. Sin embargo, él prosiguió con su asqueroso acto e intentó besarme a la fuerza.

—¡No, basta! ¡Me das asco! —casi sin fuerzas, moví la cabeza hacia un lado, esquivando su boca, mientras que él continuaba tocando mis pechos—. ¡No me toques más, por favor!

—Si te relajas, será más fácil para los dos y todo acabará rápido —sujetó mi quijada con fuerza, pero cuando comenzó a besarme mientras lloraba y gritaba como nunca, no pude evitar morder sus labios, haciéndolo sangrar y gritar.

—¡Jodida perra de mierda! —abofeteó una vez más mi ya maltratado rostro y luego comenzó a besar y morder mi cuello, lastimándome con sus dientes y causando que mis gritos estuvieran acompañados de mucho dolor.

Odiaba con toda mi alma lo que Jesse me estaba haciendo sentir. Mi corazón se paralizó cuando su mano se dirigió hacia mi vagina, a punto de tocarme donde menos quería.

—Yo también voy a hacer que te mojes conmigo, Nere.

Cerré los ojos y presioné mis muslos. Luego intenté ignorar el dolor y el asco para imaginar al hombre que amaba en mis últimos momentos de vida. Sin embargo, cuando Jesse estuvo a punto de rozar sus dedos sobre mi vagina, alguien me lo quitó de encima y se abalanzó contra él.

—¡Con mi niña no, hijo de puta! ¿¡Cómo te atreves a tocarla!? ¡Ella es mía! —al escuchar la voz de Adrián, abrí los ojos con esfuerzo y dolor—. ¡Morirás, cabrón! ¡Morirás por cobarde! —no dejaba de golpear la cara de Jesse una y otra vez—. ¡Te dije que no te atrevieras a hacerle daño o te mataría con mis propias manos! —un ataque de crisis se apoderó de él y comenzó a repetir lo mismo al compás de los golpes—. ¡Muere! ¡Muere! ¡Muere!

Jesse ni siquiera tuvo tiempo para defenderse, lo que le estaba resultando demasiado fácil a Adrián cuando la ira lo había cegado por completo.

—¡Muere! ¡Muere! ¡Muere! —sin dejar de repetir lo mismo, Adrián comenzó a estrangularlo al apretar sus dientes y su quijada, decidido a terminar con su vida.

Jesse no solo moría de asfixie, sino que escupía sangre por la boca. Jimmy entró de repente con un objeto contundente que no podía descifrar, ya que comenzaba a ver borroso, pero él al ver toda la escena y verme en las condiciones que estaba, se giró sobre sus pies y se quedó congelado por un momento. Luego abrió una mochila con rapidez y no dudó en acercarse a mí con una manta para cubrirme.

Una vez que Jimmy cubrió mi pudor, comenzó a romper las cuerdas que me ataban con el cuchillo que yo había dejado tirado en el suelo cuando logré desatarme la primera vez para salir huyendo nerviosa. En ese momento, no podía creerlo, pero mi hermano había traído un equipo de primeros auxilios. Había salido a buscarme más que preparado.

MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora