(+21) (Libro 4) Fue inevitable que Adrián y Alysha no se dejaran llevar por la intensa atracción y la fuerte conexión que los unía desde un pasado que fue muy difícil para el prestigioso médico cirujano.
Adrián y Alysha tendrían que vivir y recorrer...
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Capítulo 42.
—De ti no creeré ni una palabra —me negué rotundamente ante Jesse, pero Adrián no parecía tan seguro al mostrar una expresión sombría.
—No tienes que creerlo de mí —rio—. Qué te lo diga él mismo.
—¿Decirme qué? —le fruncí el ceño a Jesse con suma desconfianza. Luego engrandecí los ojos ante Adrián, ya que pensaba que los secretos entre él y yo habían terminado.
»Andy, ¿de qué está hablando? No entiendo nada.
—Dile la verdad, Andy. Te advertí que si te alejabas de ella nada de esto saldría a la luz, pero no me hiciste caso, como siempre —insistió—. Además, diciéndole de una vez será la única manera de que Nere sepa lo nauseabundo que eres y lo equivocada que está al elegirte a ti.
—¡Jesse, ya vete de una vez! —le pedí con suma frustración.
—¡Dile, Andy! —gritó Jesse desenfrenadamente. Parecía un psicópata en potencia—. ¡Dile a Nere que eres un ser humano de mierda y que ella no te merece!
Adrián no decía nada, aunque continuaba protegiéndome de Jesse al mantenerse firme delante de mí.
—¿¡Cómo puedes ser tan egoísta y estar con ella sabiendo que tú mismo sientes asco de ti!?
Al no tener alternativa ante tanta insistencia por parte de Jesse, me ubiqué al lado de Adrián y observé su perfecto perfil bien remarcado. Él tragó saliva y parecía estar muy nervioso.
—Mi amor, ¿de qué está hablando esta basura?
—¡El hijo de un violador es Andy! —gritó Jesse con furia—. ¡Así que deja de decirme basura, cuando aquí el único ser repugnante es él!
Engrandecí los ojos y volví a mirar a mi novio, quien ni siquiera me dedicó una mirada. Solo estaba concentrado en las palabras de Jesse.
—¿Eso es verdad? —tragué saliva y por un momento mi corazón se rompió al verlo tan apenado. Mi frustración aumentó al ver como Jesse estaba arruinando un momento que debió ser decisión de Adrián para decírmelo.
—Sí, Aly. Lo que dice es cierto —Adrián asintió con asimilación—. Fui concebido debido a una violación. Mi padre es un violador. Es por eso que Johanna me abandonó en un orfanato cuando ella era muy joven.
—Mi amor, yo...
—¡No te merece, Nere! —Jesse me interrumpió—. Ni siquiera sabe quien es su padre. Cinco hombres violaron a su mamá, así que ya te puedes imaginar el por qué ni siquiera su verdadera madre lo puede amar. Si fui amigo de este malnacido, es porque sentí pena por su asquerosa vida y porque no sabía que me traicionaría de la manera que lo hizo cuando se trata de ti. Ahora me doy cuenta de que siempre estuvo haciéndose pasar como mi amigo para cuidarte de mí, como si el verdadero peligroso fuera yo—bufó con arrogancia—. Alguien como él no merece que una mujer de categoría como tú lo ame.
