(+21) (Libro 4) Fue inevitable que Adrián y Alysha no se dejaran llevar por la intensa atracción y la fuerte conexión que los unía desde un pasado que fue muy difícil para el prestigioso médico cirujano.
Adrián y Alysha tendrían que vivir y recorrer...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 78.
Practicando la paciencia, caminé hacia el primer ascensor que vi y cuando llegué al piso de cirugía, me dirigí hacia la oficina de Adrián. Por suerte, el ambiente estaba tranquilo y no había mucha gente por los alrededores.
«Entonces, ¿para qué me solicitaba en el piso con tanta urgencia cuando todo estaba en orden?». Fue lo que pensé cuando me detuve en la puerta de la oficina de guardia.
Solté un leve suspiro al sujetar el pomo de la puerta y cuando accedí a la oficina de guardia, me fijé en que Adrián estaba en pie junto a su escritorio. Mantenía sus brazos cruzados y evidentemente había estado esperándome. El tema TheZone de TheWeeknd&Drake se escuchaba en un volumen bastante bajo gracias al reproductor de música que él utilizaba para el frío y silencioso ambiente.
—¿Y ahora qué sucede? —me crucé de brazos y lo miré a sus ojos claros desde mi posición.
—Cierra el pestillo de la puerta.
—No sé si sea buena idea —enarqué las cejas, aunque mi corazón comenzó a latir con cierto frenesí.
—Créeme, será buena idea —rodeó el escritorio con lentitud al rozar sus dedos sobre este, como si su mente estuviese ideando alguna idea explícita—. Estoy muy enojado y disgustado, Aly. No queremos que alguien entre y nos interrumpa cuando estamos teniendo un conflicto de pareja.
—Uno que estamos teniendo gracias a tu actitud tan fría y cortante —negué con la cabeza cuando se detuvo delante de mí—. ¿Es que no te das cuenta que cada vez que tu pasado se te presenta, tú y yo terminamos teniendo problemas?
—Mi pasado no debería ser un problema para nosotros.
—Pero lo está siendo —lo miré a los ojos con toda la sinceridad del mundo—. Siempre lo es, porque tú permites que así sea con tus cambios de humor en cuanto a eso. Específicamente, cuando se trata de tu madre biológica.
—Porque ella siempre ha sido un problema para mí —recalcó con frialdad.
—Creo que no es el momento ni el lugar para hablar sobre eso, pero sí hubiera preferido que me hablaras sobre el tema cuando decidiste largarte y dejarme en aquella enorme cama.
—Aly.
—Me ofende y me frustra sobremanera que siempre huyas de mí cuando se trata de tu pasado. ¿Es que no he sido clara con el hecho de que te acepto tal y como eres?
