Capítulo 21.
El día de la cena familiar en la casa de los padres de Adrián había llegado. Me encontraba sentada sobre el borde de mi cama, mientras que Kenneth terminaba de maquillarme. Él se había acostumbrado a ayudarme a arreglarme para ocasiones especiales y hasta disfrutaba hacerlo. Siempre nos entreteníamos al tener de qué hablar y no faltaban las risas gracias a sus ocurrencias alocadas.
—No puedo creer que esa rubia de farmacia asistirá —comentó indignado, refiriéndose a Bárbara.
Yo le había contado con brevedad sobre el asunto y le había confirmado lo que una vez me comentó; sobre que Bárbara y Adrián estaban vinculados en la cuestión familiar.
—Lo sé, pero era más que probable —me encogí de hombros cuando él terminaba de pintar mis labios con sumo cuidado.
—Si al menos ella tuviese un poco de dignidad, no se hubiese presentado ante el postre de limón como lo hizo —enarcó las cejas—. Digo, entiendo que tu novio es realmente irresistible y que es un papacito, pero a Bárbara no le costaba respetar su espacio y el tuyo. Siempre lo he dicho y lo diré, es una sobrada, al igual que la tal Amanda. De hecho, ¿qué ha pasado con ella?
—¿Con Amanda? Sinceramente, no lo sé con exactitud —me encogí de hombros y solté un leve suspiro—. Solo supe que cumplió con varias semanas encarcelada por el altercado que provocó la última vez frente a la casa de mis padres, pero fuera de eso, no he sabido nada más. Para ser honesta contigo, he ido soltando el dolor que Amanda provocó en mí gracias a su traición. No es algo que se olvida de la noche a la mañana, pero al menos lo he ido superando poco a poco. Además, el destino y la vida me han premiado con amigos verdaderos y maravillosos —le sonreí y sujeté su mano, causando que él se conmoviera.
—Ay, cariño... —presionó mi mano con calidez—. Sabes que estaré para ti en lo que pueda ayudarte. Eres una excelente amiga y una persona humilde con buenos sentimientos. Ten por seguro que yo siempre sería capaz de defenderte de zorras como Bárbara y Amanda, aunque aun así no lo necesitaras —lleno de emoción, movió sus caderas cuando terminó de pintar mis labios—. Hasta sería capaz de crear un alfiler super mega exclusivo para explotarle una teta a la tal Amanda.
Sonreí y me levanté del borde de la cama cuando se alejó de mí. Me miré en el espejo y me gustó lo que veía, ya que usaba un vestido blanco muy sencillo y elegante. La fina tela hacía que mi piel tostada resaltara en todo su esplendor. Calzaba unos tacones a juegos del mismo color. Mi cabello negro azulado estaba suelto y las ondas naturales de este resaltaban sobre mis hombros y mi espalda. Eso sin mencionar el maquillaje que Kenneth había reflejado en mi rostro, uno muy suave y angelical.
—Nere, lo digo en serio. El papacito tiene buen gusto al momento de escoger tus vestimentas para las ocasiones —recalcó—. Sabe cuando vestirte como una princesa para luego quedar embobado él mismo.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓
Romans(+21) (Libro 4) Fue inevitable que Adrián y Alysha no se dejaran llevar por la intensa atracción y la fuerte conexión que los unía desde un pasado que fue muy difícil para el prestigioso médico cirujano. Adrián y Alysha tendrían que vivir y recorrer...