MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓

Capítulo 63.

Capítulo 63.

Cuando llegamos a la calle Ashford Avenue y nos dirigimos hacia la propiedad de Adrián, me impresioné como la primera vez que me trajo. Cuando cruzamos el portón de alas automáticas, miré todo a mi alrededor con cierta impresión. Era de noche y admirar los jardines forrados de luces navideñas de diferentes colores me hicieron recordar la época en la que nos encontrábamos. Después de la situación que me ocurrió con Jesse, había perdido la noción del tiempo.

Todo se veía imponente mientras el Roll Royce avanzaba hacia la casa. Definitivamente, Adrián tenía un imperio por hogar. Las extensas hectáreas estaban rodeadas de majestuosos árboles, pequeños arbustos podados, flores silvestres y jardines bien cuidados. Observar el ambiente con detenimiento me hacía querer explorar cada rincón.

Cuando Frankie detuvo el Roll Royce junto a la gran fuente y los demás vehículos, salió del carro para abrirnos la puerta. Sin embargo, Adrián no espero a que lo hiciera y salió antes de que su chófer pudiese abrirme. Achiqué los ojos cuando mi novio y él se quedaron hablando en el exterior con cierta discreción, tanto que no podía oír nada de lo que decían.

Luego Adrián se despidió de Frankie con una sonrisa sincera, aunque maliciosa. Posó una mano sobre su hombro antes de que su chófer se retirara. Sin dudarlo ni un segundo más, salí del Roll Royce antes de que el ojiverde tan siquiera pudiese abrirme la puerta.

—A estas alturas, no me sorprende que no esperes que yo te abra la puerta, pero sí que me fastidia. Me abruma cuando tu lado sumiso desaparece —se acercó a mí y se cruzó de brazos, retándome con su imponente altura.

—¿Y Frankie? —le pregunté con curiosidad al ignorar lo que me decía, admirando lo hermoso que era el ambiente de su hogar.

—Su turno de trabajo terminó y lo envié a casa.

—Espero que no pienses en despedirlo por culpa de tu "estrés". Es un excelente chófer. Además, trabajó muy bien por los servicios de mi seguridad.

—¿Por qué piensas que podría despedir a mi chófer de mucho tiempo? Además, no solo fue un destacado agente del FBI —enarcó las cejas—. También ha sido un gran amigo por largos años. Para mí no es solo un aprecio profesional —hizo un gesto de cabeza al señalar un camino que se encontraba después de la enorme casa—. Frankie vive por allá, justo por ese camino se encuentra su hogar.

—Oh —me ruboricé.

—Lo sé, tu lengua viperina siempre tiene el instinto de defender a los demás.

—Bueno, ¿entramos?

Sus ojos claros se posaron sobre los míos mientras me miraba con suma seriedad. Alzó la mirada y soltó un leve suspiro. Podía sentir la intensidad de su jodido temperamento.