Capítulo 73.

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Capítulo 73

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Capítulo 73.

Había pasado un día maravilloso junto a mis amigos y a las empleadas de la mansión —Margarita y Rosita—. Cenar junto a ellos en el balcón de la habitación y ver cómo culminaba el atardecer mientras hablábamos de temas triviales no estaba entre mis planes del día, pero fue mejor de lo que pensé.

Sin embargo, cuando Kenneth y Gloria se marcharon de la mansión, Margarita y Rosita también me dejaron a solas para continuar realizando sus deberes, así que no dudé en tomarme los medicamentos recetados por mi novio para mi recuperación. Sin mencionar que también continuaba tomándome estrictamente los anticonceptivos. Lo menos que quería era que eso también fuese un problema para Adrián o para mí.

Con una sonrisa llena de ilusión, me probé un hermoso vestido que Kenneth me regaló para que lo usara el día de nuestra graduación. Cuando vino a visitarme junto a Gloria, ambos habían traído obsequios para mí. De hecho, aunque les dije que no era necesario, ellos insistieron en que no tenía que preocuparme por el hecho de que querían regalarme cosas.

Me miré en el espejo del baño que se encontraba junto al nuevo lavabo, ya que el plomero había reparado la tubería. Engrandecí los ojos al fijarme en que el vestido me quedaba justo a la medida. Era negro, con un corte elegante y sensual que entallaba mis pechos, mi cintura y mis caderas. Además, se abría a la altura de una de mis piernas. Realmente, Kenneth tenía buen gusto para todo.

Gracias a la emoción que me causaba mi vestido de graduación, tampoco dudé en probarme los tacones negros que Gloria me obsequió. Eran realmente preciosos y estaba segura de que lucirían muy bien con las joyas que Adrián me había regalado desde que comenzamos a salir.

De repente, acaricié mi muñeca y me di cuenta de que no tenía mi pulsera de diamantes con la Hello Kitty. Achiqué los ojos y también toqué mi cuello, comprobando que aún tenía el collar junto al dije con el símbolo de la medicina.

«Qué extraño. Jamás me había quitado la pulsera de diamantes desde que Adrián me la obsequió», pensé al sentirme un poco irresponsable por no tenerla, ya que era un regalo muy especial de su parte y no quería perderlo.

***

Cuando miré la pantalla de mi teléfono y me fijé en la hora, me di cuenta de que casi era medianoche y que Adrián no había regresado a la mansión. Para matar el tiempo, me dispuse a buscar la pulsera de diamantes en la habitación. Sin embargo, no tuve éxito.

«Solo esperaba hallarla antes de que Adrián se enterara que la había perdido», me alenté mentalmente.

Cuando me acosté en mi lado de la cama, me giré de un lado a otro, intentando quedarme dormida, pero tampoco tuve éxito. Con una preocupación que comenzaba a nacer en mi interior, agarré mi teléfono y llamé a Adrián.

Fueron cinco los intentos de llamadas que no fueron respondidas por él. Sin embargo, decidí no llamarlo más por el momento, ya que podía estar trabajando en una cirugía complicada. Solo me limité a enviarle un mensaje para que supiera que ya me iba a dormir.

MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora