Capítulo 89.

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Capítulo 89

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Capítulo 89.

(Adrián).

—¿Quiere que prosiga? —me preguntó Johanna al sacarme de mi leve ensoñación.

—Sí —carraspeé para aclararme la voz—. Ya le dije que no se preocupe por mí —asentí lentamente e intenté enderezar mi postura, ya que no quería que me viera vulnerable. No podía permitírmelo, aunque me doliera hasta el alma.

—Bueno, luego de todo lo que ocurrió, la investigación continuó y decidí retomar mis clases en la escuela médica.

—¿Aún sabiendo que estaba embarazada? —la interrumpí al engrandecer los ojos, porque aunque ya sabía la respuesta, por alguna razón, me sorprendía y necesitaba escucharlo de ella.

—Sí, aún estando embarazada —asintió con seguridad—. Decidí continuar con mi carrera y también quise asumir la responsabilidad de tenerte —carraspeó.

—¿Por qué? —la ansiedad de saber me carcomía—. ¿Por qué decidió tenerme después de lo que eso significaba para usted?

Johanna se quedó en silencio por un par de segundos, analizando mi pregunta. Sin embargo, ella se veía totalmente segura cada vez que respondía y eso me hacía confiar en que contaba los acontecimientos tal y como los vivió.

—Quizá porque, en el fondo, estaba consciente de que no tenías la culpa de lo que había ocurrido —tragó saliva—. Ni tú, ni yo.

Presioné mis manos sobre el escritorio, pero intenté mantenerme sereno.

—Es decir, después de haberlo pensado por un tiempo, había decidido que abortar no era una opción para mí, aunque haya tenido la oportunidad de hacerlo.

—¿En realidad tuvo la oportunidad? —fruncí el ceño, porque quería comprender el por qué no tomó una decisión más drástica a la difícil situación que vivió.

—Sí, tuve varias oportunidades de hacerlo —me miró a los ojos con tristeza—. Sin embargo, cada vez que iba a hacerlo me arrepentía. Estaba muy asustada y en ese momento no sabía lidear muy bien con la situación. Me sentía entre la espada y la pared.

—Entiendo —solté un largo suspiro y me levanté del asiento—. ¿Qué ocurrió luego de que decidió tenerme? —le di la espalda y fijé mi vista en la extensa ventana acristalada.

—Bueno, yo... —le estaba costando llegar al punto final—. Además de que estaba traumatizada por lo sucedido, no podía tenerte en el hospedaje que compartía. No tenía a nadie en Miami que cuidara de ti mientras estudiaba y apenas me alcanzaba el ingreso para los dos —tomó varias bocanadas de aire y prosiguió—. Así que como tampoco me sentía apta para continuar con mi carrera en medicina, decidí que lo más conveniente para ambos era regresar a Puerto Rico con mi familia. Creí que sería lo mejor para los dos. Sin embargo...

MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora