Capítulo 88.
(Adrián).
En el momento que Johanna entró a la oficina, me despedía del señor Hernández, con quien había tenido un trato muy interesante que llevaríamos a cabo en cualquier momento.
—Ha sido un placer poder contar con usted, doctor Wayne —el señor Hernández me estrechó la mano con elegancia cuando se levantó del asiento al otro lado de mi escritorio—. Nos veremos luego —asintió lentamente y se retiró de mi oficina, portando un traje elegante junto a su maletín.
—Pase —le dije a Johanna con la voz seca y volví a sentarme junto a mi escritorio.
—Gra-Gracias —caminó hasta el asiento donde había estado mi visita anterior y se sentó al bajar la mirada, ya que no dejaba de mirarla con seriedad.
No podía evitarlo. Antes de iniciar cualquier conversación, me gustaba analizar y estudiar a las personas. Johanna no era la excepción a mis manías.
—No se ofenda, pero creí que se perdería en este edificio antes de llegar al lugar correcto —recosté la espalda sobre el respaldar de mi asiento, percibiendo como su nerviosismo se apoderaba de ella cada vez que decidía abrir mi boca para hablarle.
—Por suerte, me encontré a su novia en el camino y ella me guió hasta aquí —se aclaró la voz.
—¿Mi mujer? —fruncí el ceño, ya que me extrañaba que no estuviera presente.
—Sí, la invité a que se quedara, pero me dijo que tenía que trabajar en su piso y que era mejor tener nuestro espacio a solas —me explicó con detalles, porque era lo que mi presencia siempre imponía cuando preguntaba cualquier cosa.
—Ya veo —solté un largo suspiro y coloqué una pierna sobre la otra al mantenerme en mi posición.
Johanna carraspeó y juntó sus manos al colocar su bolso sobre sus piernas. Obviamente, mi mera presencia la intimidaba al igual que a cualquier persona que hiciera acto de presencia ante mí. Sin embargo, aunque siempre me llenaba saber que tenía el control de la situación en cualquier aspecto, no era mi intención que la señora de ojos similares a los míos se sintiera intimidada.
Parte de mi comportamiento ya era por mi naturaleza, pero intentaba mantenerme neutral cada vez que podía. Además, Aly tenía razón en cuanto al tema de Johanna. No podía continuar huyendo de mi pasado cuando claramente deseaba respuestas de las cuales huía por miedo. Necesitaba hablar con la mujer que me había traído al mundo para intentar sanar una herida que llevaba doliendo muy adentro de mí desde que era un niño.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 4) Fue inevitable que Adrián y Alysha no se dejaran llevar por la intensa atracción y la fuerte conexión que los unía desde un pasado que fue muy difícil para el prestigioso médico cirujano. Adrián y Alysha tendrían que vivir y recorrer...