Capítulo 71.
(Adrián).
Después de organizar mi agenda de trabajo y de analizar varios casos clínicos, estaba listo para volver a casa con Alysha. A pesar de que ambos habíamos pasado unos días desesperantes y preocupantes, tenía que admitir que me sentía muy emocionado de que ella al fin estuviese viviendo conmigo.
Me levanté del asiento junto al escritorio que compartía con el doctor Jaime Bachéeles cuando él no estaba y a través de las extensas ventanas acristaladas observé el ambiente nocturno del exterior. Eran más de las 8:30 de la noche cuando mi teléfono personal sonó, avisándome que recibía una llamada muy importante.
—Señor Doménech, ¿cómo se encuentra? —respondí de inmediato al continuar observando hacia el exterior.
—Estaría mucho mejor de lo que estoy si me hubieses llamado para avisarme que mi hija ya se ha mudado contigo.
—Recuerdo muy bien que lo pedí formalmente en una reunión familiar —achiqué los ojos para mí mismo, negando con la cabeza ante sus palabras tan repentinas.
—¡Qué estoy jodiendo! —se rió al otro lado del teléfono, lo que causó que yo me ruborizara un poco.
«Los Doménech siempre eran tan peculiares», pensé.
—¿Cómo van con el proceso de la vacuna? ¿Ya está todo listo para la exportación global de la misma? —le pregunté.
—Sí, tu padre y yo realizábamos las últimas pruebas junto a un gran equipo de trabajo que nos ofreció la OMS acá en la cede de Francia. Luego que se cotejen un par de detalles no menos importantes, estaremos listos para exportar la vacuna a diferentes partes del mundo para que las personas comiencen a adjudicárselas.
—Deben intentar hacerlo lo antes posible, porque la situación ha empeorado por acá. Tienen que acelerar el proceso de ser necesario, por favor.
—¿Qué sucede? —me preguntó más alertado.
—Ya han reportado el virus en Nueva York —suspiré con preocupación antes de proseguir—. Solo es cuestión de tiempo para que se esparza en Estados Unidos y Puerto Rico. Especialmente, por los vuelos y cruceros. Hay personas, tanto del gobierno como la misma ciudadanía, que no les importará un bledo y tomarán acciones tardías con la situación.
—Créeme, lo entiendo. Haremos lo que esté a nuestro alcance para agilizar el proceso de la cura.
—Gracias, señor Doménech —le agradecí con toda la sinceridad del mundo, ya que estaba esperanzado en que podamos salvar millones de vidas.
—¿Dejarás de ser formal conmigo en algún momento? —me preguntó un poco más bromista.
—¿A qué se refiere? Es un trato de respeto. Siempre he sido así de respetuoso, señor.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 4) Fue inevitable que Adrián y Alysha no se dejaran llevar por la intensa atracción y la fuerte conexión que los unía desde un pasado que fue muy difícil para el prestigioso médico cirujano. Adrián y Alysha tendrían que vivir y recorrer...