Capítulo 5.

27.7K 2.3K 437
                                    

Capítulo 5

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 5.

Cuando regresé a la mesa, los presentes volvieron a recibirme con amabilidad. De hecho, mucho más que al inicio. A diferencia del doctor Yanius, quien se mostraba serio. Sonreí como si nada hubiese pasado e intenté sentarme con elegancia. Tragué saliva y carraspeé por lo bajo al sentir como las bolas metálicas presionaban las paredes de mi vagina. La situación era realmente morbosa y me sentía bastante vulnerable.

—¿Te sientes bien? —me preguntó el doctor Yanius, aunque no parecía para nada contento con la intervención que había hecho Adrián.

—Sí —intenté mantener una sonrisa gélida—. ¿Por qué no lo estaría? Estoy muy agradecida de poder estar aquí —resalté.

La expresión de mi acompañante se suavizó, mientras que los demás presentes continuaban mirándome con encanto.

«¿Qué habrán estado pensando de mí en cuanto a Adrián?». Fue lo que realmente me preguntaba en mi interior.

Sin embargo, los padres de Adrián, además del doctor Bachéeles y su esposa, se mantuvieron serenos y me hablaban sobre el trabajo, la carrera médica y muchas cosas triviales que me hicieron sentir más cómoda, a pesar de que tenía unas bolas metálicas metidas entre mis piernas.

Cuando el mesero volvió a servir más vino, no dudé en darle un rápido sorbo a mi copa. A pesar de que Adrián me había hecho llegar al orgasmo, sentía que mi adrenalina se encontraba en el tope. Decir que estaba acalorada se quedaba corto.

—Señoras y señores, damas y caballeros... —el presentador llamó la atención de las masas—. Me place presentar oficialmente a uno de nuestros invitados especiales, el doctor Adrián Wayne Milán, quien ha tenido una excelente e intachable carrera como médico cirujano. Hace poco tiempo muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de leer en las revistas médicas sobre su desempeño y los méritos que ha logrado en la medicina moderna. También cabe mencionar que ha logrado alcanzar el cargo como director del departamento de cirugía en el «Hospital General de Puerto Rico».

Los padres de Adrián miraban hacia el escenario con una emoción radiante. Evidentemente, estaban muy orgullosos de él. Sin embargo, el doctor Jaime Bachéeles y su esposa actuaban más serenos, aunque eso no quitaba la sonrisa de suficiencia que mostraba el dueño del hospital. Fue cuando me di cuenta de que mi novio ni siquiera se percataba de que realmente había muchas personas que lo admiraban. Se concentraba tanto en dar lo mejor de sí mismo como médico y se olvidaba de que la gente a su alrededor lo querían.

—Quiero darles la bienvenida a la «Vigésima Sexta Convención Médica de Cirujanos». Espero que estén pasando una excelente velada. También quiero agradecerles a los anfitriones de esta actividad, ya que este año me invitaron como orador. Significa mucho para mí que me hayan escogido en representación de los excelentes médicos cirujanos que hay en este país.

MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora