MCP | La Residencia ©️ (Parte 2) (¡Completa!) ✓

Capítulo 93.

Capítulo 93.

—Has quedado preciosa, Nere —me dijo Kenneth cuando terminó de retocar el maquillaje sobre mi rostro. Aunque en sus expresiones notaba lo preocupado que estaba por mí, se mantuvo lo más calmado posible ante la situación.

—Gracias —me acerqué al espejo del tocador y analicé por un momento como lucía—. Creo que así estoy bien —suspiré resignada, lista para enfrentarme a lo que estuviese ocurriendo con Adrián—. De todas formas, no creo tener que quedarme mucho tiempo.

—Bueno, eso solo lo sabrás tú en tu momento —me dijo y se dirigió al cuarto de baño para terminar de prepararse, ya que él siempre traía ropa extra en su vehículo. Siempre estaba preparado para cualquier momento.

Mientras él terminaba de ducharse y vestirse, analicé mi vestimenta por última vez. Tenía un vestido negro, aunque la fina tela se abría sobre mi obligo y volvía a cerrarse bajo el mismo, resaltando mis caderas y mis piernas que se veían más esbeltas. A pesar del color, la pieza tenía ciertas transparencias y eso hacía que luciera más sensual y descarada de lo normal. Calzaba unos tacones negros de punta que iban que combinaban perfectamente.

Sin embargo, había decidido dejarme puesto el collar con el dije del símbolo de la medicina y la pulsera con la Hello Kitty. Estaba acostumbrada a llevarlos puestos a todos lados y en el momento no sería la excepción, ya que cargaban un valor sentimental muy significativo para mí.

«Esto sería demasiado para Adrián», pensé al acomodar sobre mis hombros mi cabello negro azulado con ondas sobre las puntas. «Ya qué», puse los ojos en blanco y busqué mi bolso al soltar un largo y pesado suspiro.

—¡Ya casi estoy listo, mi reina! —escuché la voz de Kenneth a lo lejos—. ¡No puedo creer que usé el baño del hombre más deseado del hospital! ¡No dudo que ya se esté hartando de mí!

—No digas eso —le dije cuando al fin salió del baño—. Ustedes le caen bien.

—Sí, pero últimamente siempre estoy presente cuando ustedes están en problemas personales y ya sabes, debe creer que soy un metiche. Solo espero que no me despida —su voz se tornó nerviosa cuando me dio un repaso—. Y menos después de como acabo de dejarte de espectacular —enarcó las cejas repetidas veces—. Es decir, siempre te he dejado como una reina, pero hoy te he dejado excesivamente divina. No me sorprendería que ese vestido le causara algún tipo de reacción como los celos.

—"Estrés" —enarqué las cejas cuando recogí lo que me hacía falta para salir.

—¿Qué? —Kenneth frunció el ceño.