La iluminación era perfecta, pero no se encontraba preparado para interpretar. Tenía un dolor de cabeza insoportable y los focos no le estaban haciendo ningún favor.
—¿Quieres un descanso?
La voz de Hoseok resonó en todos sitios, haciendo especial énfasis en la última palabra.
—No es necesario. Estoy bien —fingió Jimin.
—Por nosotros no hay ningún problema —puntualizó Minato.
—Tómate un respiro —ordenó SunHui.
Con tal de no discutir, Jimin fue el primero en abandonar el escenario. A decir verdad, resultó un alivio. Llevaba todo el día revuelto, sin llegar a estar como pez en el agua, y eso era algo inquietante. Nunca había tenido problemas, es más, éstos se esfumaban en cuanto asumía el papel de algún personaje, pero ese día tenía pinta de convertirse en la excepción.
Estaba sentado en el despacho de Hoseok, en las oficinas, la parte más elevada del edificio. Allí el silencio era abrumadoramente inmejorable. Al menos, se reconfortaba dándose mentalmente una palmadita en el hombro.
—¿Hablando contigo mismo para variar o qué?
Jimin sabía lo testarudo que podía llegar a ser Hoseok. A veces era exasperante, pero no tenía una buena razón para criticarle. Si había decidido seguirlo, era porque no quería perderlo de vista. Sabía que no estaba precisamente en su mejor momento.
—Creo que estás obsesionado conmigo —bromeó el chico de ojos verdes.
—Lo suficiente para asegurarme de que estás bien. —Le guiñó un ojo—. ¿Cómo llevas tu transformación?
No supo a que se refería. Frunció el ceño y esperó una respuesta.
—¿Qué...?
—Tu papel, Jimin. ¿Te sientes cómodo?
Hubiera podido dar cientos de motivos por los cuales sentía que no encajaba con su nuevo personaje, pero en lugar de eso se limitó simplemente a morderse el labio y desviar la mirada, indeciso.
—No sé qué decirte. Entre nosotros, sigo pensando que el papel me queda grande.
—¿Un papel demasiado grande para Jimin? —Torció la cabeza con renovadas energías—. De eso nada. Sé lo que mis ojos han visto durante años. Puede que necesites un poco más de descanso, pero no creas que vamos a renunciar a ti. Además, ya no puedes retroceder. Dijiste que lo harías.
—Lo sé —gruñó con dulzura—. ¿Por qué crees si no que estoy ensayando?
—A propósito... —Carraspeó—. ¿Quién te parece mejor para el otro papel principal?
Había estado temiendo esa pregunta. No se le daban bien las apuestas de doble opción. Alguien siempre salía perdiendo y no quería formar parte.
—He visto a Minato y a Fudo. Sinceramente, creo que los dos son capaces de transmitir todo el potencial del papel.
—¿Tú crees? —Se acarició la barbilla, pensativo—. Yo más bien apostaría por Minato.
—¿Y qué pasa con Fudo? También merece una oportunidad.
—No estamos hablando de oportunidades, jefe. Si no de calidad. Minato se adapta con más facilidad. No niego que Fudo también es condenadamente bueno, pero a veces tiende a encasillarse.
—De eso se trata. —El tono de su voz aumentó pero ni siquiera se dio cuenta—. Si no quieres que lo haga, dale una oportunidad. No siempre puede mantenerse a la sombra de los demás, ¿no te parece?
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Los Ángeles También Lloran (ᴀᴅᴀᴘᴛ. ʏᴏᴏɴᴍɪɴ )
Fanfiction❝ Los Ángeles También Lloran (Adaptación Yoonmin) ❞ ¿Y si la vida te diera una segunda oportunidad? ¿Lo arriesgarías todo por volver a ser feliz o renunciarías a tu mayor anhelo en favor de los demás? ¿Cuántas veces se puede querer? ¿Existe un único...