Jimin se pasó todo el día en la cama. Esta vez ni los constantes intentos de Hoseok lo hicieron cambiar de opinión. Estaba demasiado dolido con lo ocurrido el día anterior, y quería quedarse escondido entre las sábanas a fin de evitar el contacto con Yoongi y Taehyung. Era un sufrimiento que tenía que pasar en silencio. Se moría de ganas por confesarle a Hoseok la verdadera razón por la cual le resultaba tan difícil permanecer cerca de los otros dos; no era porque le recordarse a ese hombre especial que estuvo con él, si no porque precisamente Yoongi era ese hombre, y tenía que ver cómo continuamente era complacido con las carantoñas de Taehyung.
Las lágrimas caían lentamente sobre sus mejillas, y los ojos comenzaban a hincharse. La cabeza le daba vueltas sin parar, y cometía la estupidez de pensar en lo que no debía, hiriéndose a sí mismo. No tenía sentido. Había ido allí con la esperanza de mejorar, pero la cura estaba resultando ser mucho peor que la enfermedad. Sabía que nadie sería capaz de tolerar una tortura así, y desde luego no pensaba permanecer allí mucho más tiempo. Mientras pensaba en silencio observando el techo de la habitación, el sueño se apoderó de él, haciendo que soñara cosas con las que ni se atrevía a pensar.
Cuando abrió los ojos pudo comprobar que el día se había marchado. El cielo estaba oscuro, y reinaba mucha paz. Se dio una ducha caliente y le sentó bastante bien. No encontró a Hoseok por ninguna parte y salió afuera a buscarle. Lo encontró, pero también se topó con el resto. Los tres estaban alrededor de una gran hoguera, contando historias disparatadas.
—Buenas noches, dormilón —saludó Hoseok—. ¿Ya estás mejor?
—Sí.
—Me alegro. Siéntate con nosotros.
Hizo lo que le ordenó, sentándose a su lado. Otra vez volvía a tener en frente a Yoongi, acompañado de Taehyung. Su hermano estaba pletórico, con la luz de las llamas revoloteando por su pelo y acrecentando su color. Su sonrisa hablaba por sí misma. Mantenía la cabeza apoyada en el hombro de Yoongi. Él por su parte, permanecía a la escucha, sin tener nada que decir, limitándose a respirar.
—¿Qué estáis haciendo?
—Oh, nada. Charlábamos un poco de nuestras vidas, para conocernos mejor.
—Qué bien...
—No te hace demasiada gracia por lo que veo —objetó Taehyung.
—Lo siento. Aún sigo medio dormido. Seguid con lo vuestro.
—En realidad, nosotros ya hemos acabado. —Despeinó su melena rubia—. Has llegado en el momento oportuno.
—No pienso hablar si es eso lo que quieres.
—¿Y se puede saber por qué? Es para pasar el rato, Jimin. Nadie te va a juzgar.
—No voy a hablar porque no va a servir de mucho. —Se cruzó de brazos—. Nada de lo que diga va a ser nuevo. Me conocéis bastante bien.
—Eso no es verdad —objetó Taehyung—. Yoongi apenas sabe nada de ti. Nunca habéis hablado cara a cara. Deberíais teneros más confianza.
Notó la respiración acelerándose. Qué gran ironía. Supuestamente él era el que menos lo conocía, cuando en verdad era todo lo contrario. Era el único que la conocía al cien por cien, cada centímetro de piel y pensamiento.
—Estoy cansado, de verdad. No quiero hablar.
—Vamos, di lo que quieras. Es divertido.
—No estoy tan seguro de eso.
Taehyung puso los ojos en blanco, molesto por la barrera que Jimin se empeñaba en construir a su alrededor.
—Está bien, te echaré una mano. —Mantuvo silencio durante unos segundos—. Si tuvieras la oportunidad, ¿qué pedirías? ¿Qué te haría feliz?
ESTÁS LEYENDO
Los Ángeles También Lloran (ᴀᴅᴀᴘᴛ. ʏᴏᴏɴᴍɪɴ )
Fanfiction❝ Los Ángeles También Lloran (Adaptación Yoonmin) ❞ ¿Y si la vida te diera una segunda oportunidad? ¿Lo arriesgarías todo por volver a ser feliz o renunciarías a tu mayor anhelo en favor de los demás? ¿Cuántas veces se puede querer? ¿Existe un único...