Yoongi miraba ceñudo a Taehyung, que seguía empeñado en mostrar su mejor sonrisa si así conseguía que su marido aceptase ir a comer con él y sus dos mejores amigos.
—¿Cuándo pensabas decírmelo?
—Oh, lo antes posible, cielo. Todo ha sido de repente pero los echo mucho de menos —gimoteó—. Me lo han suplicado...
—¿Tantas ganas tienen de verme? —bromeó Yoongi.
—Tengo que reconocer que son un poco... curiosos, pero creo que merecerá la pena.
—Eso será para ti...
—No seas tonto, ya los conoces —gruñó Taehyung—. Fueron los caballeros de honor de nuestra boda.
—Lo sé, pero son unos críos... —Carraspeó—. Quiero decir, no sé cómo comportarme con ellos.
—Limítate a ser tú mismo. No creo que sea muy difícil, ¿verdad?
Se produjo un minuto de silencio, mirándose a los ojos para saber quién decidía rendirse. Yoongi lo hizo primero.
—Está bien, pero con una condición.
Taeyung entrelazó los dedos, nervioso.
—¿Cuál?
—Que vengan aquí. —Sonrió con la mirada—. Ningún sitio es mejor para comer que tu propia casa.
—Entonces, ¿puedo avisarles para que vengan? —suplicó Taehyung, aún tanteando el terreno.
Yoongi suspiró y ladeó la cabeza, pensativo.
—Vale, pero espero que no me masacren a preguntas.
Taehyung le dio un rápido beso en los labios para después salir corriendo a buscar su móvil.
—¡Mil gracias, mi amor!
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Como era de esperar, Taehyung permanecía a la entrada del gran chalet con los nervios de punta, deseando ver aparecer de un momento a otro a Yeong y Hyeon. No paraba de ejecutar su curioso baile de movimientos rápidos, bruscos e inesperados.
—¿Por qué siempre tienes que hacer eso? —gruñó Yoongi.
—¿Hacer qué?
—Moverte todo el tiempo. Vas a cansarte enseguida.
Taehyung negó con la cabeza.
—De eso nada. Todavía soy muy joven.
Yoongi arqueó una ceja a propósito, con aire juguetón.
—¿Insinúas que yo no lo soy?
Iba a contestarle pero a lo lejos pudo escucharse un ruido potente de motor. Al cabo de un minuto, una silueta de un vehículo se divisó a cierta distancia, ganando terreno en cuestión de segundos.
—¡Son ellos! —gritó Taehyung, balanceándose nuevamente sobre sus rodillas.
—Tranquilízate.
Yoongi se apresuró a pulsar el botón que abría automáticamente la verja de hierro de la entrada, permitiendo que el coche entrase dentro de todo el perímetro.
—¡Taehyung! —exclamó con fervor Hyeon, que acababa de bajarse de un salto del asiento del copiloto.
Bajo la atenta mirada de Yoongi, Taehyung salió a su encuentro con el pelirrojo, fundiéndose en un caluroso abrazo, presagiando una amistad que al parecer no se había deteriorado lo más mínimo.
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Los Ángeles También Lloran (ᴀᴅᴀᴘᴛ. ʏᴏᴏɴᴍɪɴ )
Fanfiction❝ Los Ángeles También Lloran (Adaptación Yoonmin) ❞ ¿Y si la vida te diera una segunda oportunidad? ¿Lo arriesgarías todo por volver a ser feliz o renunciarías a tu mayor anhelo en favor de los demás? ¿Cuántas veces se puede querer? ¿Existe un único...