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Había merecido la pena tanto esfuerzo. Se había empeñado en dar lo mejor de sí mismo y lo consiguió, metiéndose a sus compañeros en el bolsillo. El antiguo Jimin volvía a la carga, quizás más fuerte que nunca, con unas tremendas ganas de comerse el escenario; tenía hambre de eso.

Eran las diez de la noche y, tras ensayar por última vez, había decidido encargar pizza por teléfono, para cenar juntos y exponer sus ideas en grupo. Así, con la comida entre las manos, las risas, opiniones y críticas se manifestaban en el aire.

—Creo que Minato acabará por enamorarse de Jimin —aventuró Yangmi.

—Si es que no lo ha hecho ya —bromeó Fudo.

Los ojos azules de Minato se movían en todas direcciones, escrutando las caras del resto de sus compañeros. No le gustaba ser el centro de las miradas y menos todavía de la conversación.

—Eso es porque lo estoy haciendo bien —se excusó—. ¿Verdad que sí, Jimin?

Jimin asintió con la cabeza, incapaz en ese segundo de contestar con la voz; estaba terminándose su último trozo de pizza.

—¿Lo veis? —insistió el rubio—. Si lo dice el jefe, será verdad...

—Lo que aún no entiendo es por qué el papel protagonista lo tiene Minato —dijo de repente Sunhui, creando expectación—. Creo que Hoseok podría hacerlo mucho más que bien.

Tanto Hoseok como Jimin se mostraron sorprendidos, mirándose el uno al otro sin llegar a entenderlo.

—¿Y por qué crees eso? —espetó Hoseok—. Minato ya es nuestro chico principal y va a seguir siéndolo.

—Eh, alto —dijo Sunhui—. No os confundáis. No estoy diciendo que Minato no se lo merezca, pero creo que tú y Jimin tenéis más cosas en común... —Se encogió de hombros, meditando su respuesta—. No sé, tenéis mucha química.

El silencio se hizo presente. Las caras de todos ellos adquirían versiones muy diferentes, desde la incertidumbre, la sorpresa y el enojo.

—Yo también puedo crear química entre él y yo —protestó Minato.

—Ya, pero seguro que no tienes la relación que tienen ellos...

Eso provocó que Jimin se sintiese todavía más incómodo. ¿Estaba hablando de una relación más allá del trabajo y la amistad?

—Primero, no creo que este sea el lugar más apropiado para oír hablar acerca de nuestra vida privada —dijo tranquilamente Hoseok—. Y en segundo lugar, debo decirte que estás bastante desencaminada en cuanto a la relación que crees que tenemos Jimin y yo. Aunque, como ya imaginareis, no tengo por qué daros explicaciones.

Jimin estaba en lo alto del todo, en su oficina, terminando unos papeleos cuando Hoseok llamó a la puerta, que se encontraba abierta.

—¿Puedo pasar?

Jimin hizo una rápida inclinación de cabeza para afirmar.

—Dame un minuto, Hoseok. En seguida estoy contigo.

Tras aguardar pacientemente a que su amigo terminara con lo que tenía entre manos, Hoseok le dedicó una curiosa mirada a Jimin.

—Estás molesto conmigo.

Él se cruzó de brazos, balanceándose en la silla giratoria.

—¿Es una pregunta o una afirmación?

Hoseok avanzó hacia él con unos ojos expresivos. No le gustaba verlo de esa manera, cuando sus verdes luceros mostraban un matiz poco frecuente.

Los Ángeles También Lloran (ᴀᴅᴀᴘᴛ. ʏᴏᴏɴᴍɪɴ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora