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Los días siguientes fueron un auténtico tormento para Jimin. Tenía que soportar verles juntos con demasiada frecuencia, mientras al mismo tiempo organizaba los últimos papeleos para el estreno. Había buenos cambios de última hora, y habían conseguido más presupuesto y permisos. Todo tenía pinta de salir bien.

Después de los ensayos matutinos, tal y como había estado temiendo, Taehyung se presentó de nuevo en el teatro, quedándose maravillado por los decorados, los focos y la organización en general.

—Todo es espectacular —comentó.

—Aún no has visto nada, Taehyung. El día del estreno verás toda la caballería pesada.

—Eso espero.

Subieron a la parte de las oficinas; Jimin tenía que revisar unos documentos en el ordenador de mesa, así que le indicó a Taehyung que se sentara mientras él terminaba, pero en lugar de eso, se dedicó a recorrer el despacho, mirándolo todo con ojos bien abiertos, risueños, asombrados.

—Tienes muy buen gusto.

Jimin apartó la mirada de la pantalla y la posó en los ojos de su hermano.

—Gracias, pero la decoración no es mi fuerte —comentó—. La idea del diseño y decorado la tuvo Hoseok.

Taehyung dejó escapar una sonrisita.

—Por qué será que no me sorprende...


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La calle estaba repleta de gente paseando, cosa que no era demasiado habitual. Ellos hacían lo mismo, paseando uno al lado del otro, manteniendo una conversación animada.

—¿Adónde te apetece que vayamos? —preguntó Jimin.

Taehyung lo meditó un instante.

—Conozco el sitio ideal.

—¿Cuál?

—Mi hotel.

Jimin paró en seco. Esa idea no le gustaba. No quería ir sabiendo que Yoongi estaría allí. Ahora que estaba alejado y en compañía de su hermano, no quería que la situación se torciera. Necesitaba verle lo menos posible.

—No.

—¿Por qué no?

Se encogió de hombros.

—No creo que sea una buena idea —gruñó—. Seguro que Yoongi estará y no quiero molestarle.

Taehyung frunció el ceño.

—No vas a molestarle —aseguró—. Ha tenido que quedarse porque tenía que hacer varias llamadas, pero supongo que ya habrá terminado. Está de vacaciones, Jimin.

—Sí, pero no creo que quiera pasar todo el tiempo disponible conmigo. —Tragó saliva—. Es decir, ha venido de vacaciones contigo, lo lógico es que aprovechéis este tiempo para estar juntos. No es necesario que me veáis todos los días. Podéis visitar la ciudad, ir a comer a algún bonito restaurante, pasear de noche... Ya sabes, todas esas cosas que hacen las parejas.

Taehyung guardó silencio y sacudió la cabeza.

—No pongas esa cara. Sabes que tengo razón.

No lo escuchó, y volvió a insistir.

—¿Pero no quieres saber dónde duermo?

—Taehyung, ya sé en qué hotel te alojas. No hace falta estudiarlo al detalle.

Los Ángeles También Lloran (ᴀᴅᴀᴘᴛ. ʏᴏᴏɴᴍɪɴ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora