El precioso paraje no podía compararse a nada. Tenía la luminosidad adecuada, y el perfume que irradiaban todos esos árboles invitaba a quedarse el mayor tiempo posible. Las dos casitas rurales que se encontraban separadas por unos veinte metros lucían su estructura de madera bañada por el sol, con su chimenea y sus graciosas ventanas. El páramo era de un intenso color verde, y no se escuchaba ni un ruido. El silencio les envolvía, roto por el canturreo de algún pájaro. Jimin estaba seguro de estar bien lejos de la ciudad. No entendía absolutamente nada. Miraba de reojo a Hoseok pero él conducía tranquilamente, como si lo tuviera todo planeado.
—¿Qué es esto?
—Un poco de campo.
—Hoseok, no me tomes el pelo. ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Te has vuelto loco?
—Todo tiene su explicación. Espera a que salgamos.
Aparcó el coche en una zona reservada para ello. Bajaron y les llegó una brisa agradable, mientras los rayos solares se colaban entre las hojas.
—Hay alguien que quería que vinieras aquí.
Dicho esto, y como si hubiera estado planeado, de una de las casitas salió un chico joven, de pelo corto y dorado, sonriendo como un adolescente. Iba directo hacia él, como un rayo.
Jimin empezaba a no soportar esas encerronas.
—¡Jimin! —gritó Taehyung—. Te estábamos esperando.
—¿Por qué? —soltó—. ¿A qué viene esto? ¿Qué hacemos aquí?
—¿No te lo ha dicho Hoseok?
—A mí no me mires —susurró Hoseok—. Era cosa tuya.
Jimin parecía contemplar un partido de tenis, mirando de derecha a izquierda, sin entender nada.
—¿Puede alguien explicarme qué es esto?
—Creí que te vendría bien —gimoteó Taehyung.
—¿Esto ha sido idea tuya?
—Sí —confirmó—, ¿no te gusta?
—¿Por qué nunca me consultas, Taehyung?
—¿Es así cómo me lo agradeces?
Jimin soltó un bufido.
—¿Qué debo agradecerte exactamente? ¿Darte las gracias por traerme a un sitio así?
—Calmaos —rogó Hoseok.
—¿Podemos hablar un momento? —masculló Jimin, clavando la mirada a su amigo—. En privado.
Sin esperar su respuesta, Jimin se puso en marcha y se alejó lo suficiente para que ninguno de los otros pudiera oírles. Hoseok siguió sus pasos.
—¿Puedes explicarme que hacemos aquí? Tenemos trabajo que hacer, Hoseok. Un buen estreno no es sinónimo de bajar la guardia.
—Ya, pero he estado pensándolo, y es mejor que te tomes un respiro antes de empezar en serio. Vas a necesitar fuerzas para lo que vendrá después. Vamos a estar viajando de aquí para allá. Sabes lo agotador que es eso.
Jimin echaba chispas.
—No me trates como a un enfermo.
—No lo hago. Te trato como lo que eres, un gran actor. Te has ganado un buen descanso.
La mandíbula se le tensó.
—¿Qué?
—Tranquilo —susurró Hoseok—. La gente lo entenderá.
—Pero yo no quiero vacaciones. Ni siquiera he empezado. ¿Y qué pasa con las demás representaciones? ¿Vas a suspenderlas?
Hoseok lo negó tajantemente con la cabeza.
—En absoluto, únicamente voy a posponerlas.
—¿Por qué? Yo no te he pedido que lo hagas.
—Jimin, a la gente le ha encantado. Podrán esperar un poco. Además, lo he hablado con los chicos y están de acuerdo en que te tomes un descanso. No estaría bien que la gente comenzase a murmurar.
—¿Así que es por eso? ¿Te preocupa lo que los críticos digan de mi aspecto?
—El que me preocupa eres tú. Quiero que te recuperes al cien por cien. No te estoy diciendo que abandones los escenarios. Eso sería una locura. Lo que te pido es que descanses. Tómate unas semanas libres. Te sentará bien, Jimin. —Carraspeó—. Además, no serás el único que desaparezca. Los demás también van a tomarse unas vacaciones así que, técnicamente estás obligado a hacer lo mismo. No puedes interpretar tú solo. Cuando repongáis las pilas todo estará preparado, y entonces seré yo el que no te deje bajar del escenario.
Jimin asimiló todo esa cantidad de palabras. Estaba furioso, pero sabía que en el fondo tenía razón. Su delgadez había llamado la atención, y debía recuperarse antes de entrar en acción. No quería ni imaginarse los titulares de los periódicos, tachándolo de enfermo y escuálido debido a la intensidad de su trabajo. Sin embargo, aquel plan rodeado de naturaleza...
—¿Y qué hacen ellos aquí? —gruñó—. Ya te dije que no me gustaba estar cerca de ellos... Me recuerdan muchas cosas.
—Lo sé, pero tu hermano se empeñó en venir. Lo conoces mejor que yo. Es imposible que cambie de idea. Aseguró que estarías bien.
—¿Y qué es lo que pretendes? ¿Qué me pase un mes aquí, sin conexión con el mundo real? ¿Rodeado de bosques y bichos?
—El aire limpio te vendrá bien. Además, no estás alejado de la civilización. En una hora estarías de vuelta a la ciudad. —Arrugó la frente—. Te lo pido por favor, Jimin. Tienes que intentar relajarte. Sé que tu mente está perfectamente, pero si consiguieras recuperar un par de kilos...
—¿Crees que dejándome en el campo voy a recuperar mi peso normal?
—Bueno, la otra opción era atarte a una silla y obligarte a comer hasta que no pudieras más —bromeó.
—Eres mi amigo, Hoseok. Se supone que debería poder contar contigo.¿Por qué no me has avisado de esto?
—Eso es porque sabes tan bien como yo que no lo harías si estuvieras avisado.
Jimin sacudió la cabeza, mirando todo ese espesor de color verde.
—¿Y cuánto tiempo se supone que debo estar aquí?
—El que consideres oportuno.
—¿Y si no quiero quedarme?
—Ni siquiera lo has intentando. —Se metió las manos en los bolsillos—. ¿Cuántas veces te has negado a hacer algo y luego sin embargo has estado encantado? Vamos, mira a tu alrededor. Estás rodeado de árboles. Es precioso. Nadie va a molestarle.
—¿Y ellos? ¿Crees que podré relajarme con su compañía?
Hoseok sonrió.
—Creo que en eso podré ayudarte.
Jimin sintió una leve punzada de esperanza.
—¿Vas a quedarte? ¿Con nosotros?
—Sí, Jimin. Así que no tienes nada que temer.
—¿No crees que así lo único que consigues es llamar la atención? —Sonrió tímidamente—. ¿Cómo esperas que así Taehyung no te atormente con miles de preguntas? ¿Y los demás? ¿Saben que estás aquí?
Hoseok soltó una carcajada.
—Jimin, ya somos mayorcitos. Te preocupas demasiado. La gente puede pensar lo que quiera. Eres mi amigo y quiero ayudarte. Si los demás no lo entienden, no tengo por qué perder el tiempo explicándoles algo tan simple.
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Los Ángeles También Lloran (ᴀᴅᴀᴘᴛ. ʏᴏᴏɴᴍɪɴ )
Fanfiction❝ Los Ángeles También Lloran (Adaptación Yoonmin) ❞ ¿Y si la vida te diera una segunda oportunidad? ¿Lo arriesgarías todo por volver a ser feliz o renunciarías a tu mayor anhelo en favor de los demás? ¿Cuántas veces se puede querer? ¿Existe un único...