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La hora había llegado. Taehyung aparcó el coche delante de la entrada y pitó con entusiasmo dos veces antes de bajarse. La puerta de la entrada principal se abrió y salieron Jimin y Youngmi.

—Buenos días —saludó Taehyung, abrazando simultáneamente a los dos—. ¿Estás preparado?

La pregunta pilló a su hermano mayor desprevenido.

—Supongo que sí.

—Vas a pasártelo genial, ya lo verás.

Puso los ojos en blanco, incapaz de contenerse.

—Sube al coche, Taehyung. Enseguida estoy contigo.

Estaba de buen humor, porque hizo lo que le ordenó a la primera, sin protestar, mientras Jimin se volvía hacia su madre y la abrazaba, inclinándose para rodearla con cariño.

—Mamá —susurró en su oído—, lo que te he dicho antes...

—Jimin, no te preocupes. Está olvidado. No se lo diré a tu padre si es eso lo que te preocupa.

La abrazó con más fuerza.

—Gracias.

—No me las des, cielo. —La besó en la frente—. Lo único que quiero es que nadie te haga sufrir. Eres mi hijo y nadie está por encima de eso. Quizás no es muy ético lo que voy a decirte, pero haz algo a tu favor. Olvídate de los demás. Si realmente hay alguien en tu vida y crees que no puedes dejarle escapar, no lo hagas. No tienes por qué cometer mi error. La gente sufre de todas formas; la felicidad es algo que no puede dejarse marchar. Si le quieres, y él también lo hace, no permitas que nadie se interponga.

──────•❥❥❥•──────

El interior del coche parecía un monasterio, con aquellos dos hombres callados, cada uno a lo suyo. Fue Taehyung el que acabó por romper la armonía.

—Jimin...

Volvió a la Tierra.

—¿Sí?

—¿Qué pasa? —quiso saber Taehyung—. Llevas todo el camino sin decir nada.

—Lo siento —se disculpó—. Estoy nervioso.

—¿Por qué?

—No he estado antes en tu nueva casa. Es muy extraño.

Taehyung destensó los músculos de los hombros.

—Te lo tomas todo muy en serio. Relájate. Te va a encantar.

—Eso mismo me ha dicho mamá.

—Hablando de mamá —interrumpió—, ¿de qué estabais hablando antes de marcharnos? Parecía preocupada...

Soltó lo primero que le vino a la mente, y después de todo, no era mentira.

—Ha vuelto a insistirme para que encuentre a alguien.

—Ya veo que sigue empeñada en buscarte un buen marido.

—Sí, algo así. Me ha soltado uno de sus famosos discursos y como broche de oro me ha dicho abiertamente que si quiero a alguien, no tengo que dejarle escapar.

—Pues claro, de eso se trata.

—La práctica suele ser más complicada que la teoría, ¿sabes?

—¿Y qué? Nada es imposible.

El hombre de ojos verdes se reclinó sobre su asiento.

—Aún así...

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2022 ⏰

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Los Ángeles También Lloran (ᴀᴅᴀᴘᴛ. ʏᴏᴏɴᴍɪɴ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora