Cap 25. Estani

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Entretanto nos dieron casi las nueve. Amadeo y Jimmy me acompañaron aprisa a una tienda de conveniencia que había abierto el verano pasado a unos cinco minutos del estudio. Anocheció y la oscuridad atrajo el frío que nos empezó a helar los brazos al aire libre, y eso que habíamos sudado en el estudio una vez los chicos se habían animado a tocar sus instrumentos. En un gesto automático, abrí una de las neveras y me hice con una caja de seis cervezas Heineken porque sabía que eran las preferidas de Jimmy. No solía echarles cuenta a las marcas, aunque sí notaba la diferencia de calidad y sabores entre ellas. Al llegar al mostrador y ponerlas junto a las patatas y chocolatinas que habían cogido, recordé que también eran las cervezas que Hela odiaba. Saqué cuatro botellines de Heineken para ellos y corrí a la nevera a por dos Judas. Me apetecía probar la bebida que tanto le gustaba a la nueva vocalista de nuestro grupo, porque lo sería, la convencería como fuese. Pagamos la cuenta entre los tres, cogimos las bolsas entre Amadeo y yo, y las puertas se cerraron tras nosotros. Un olor dulce procedente de un puestecito de buñuelos me hizo la boca agua.

—Qué atento te estás volviendo, amigo —comentó Amadeo con cierto retintín de burla observando el interior de la bolsa de plástico—. ¡Hasta te acuerdas de qué cerveza le gusta!

—Vivimos juntos, idiota, como para no saberlo. ¿Y cómo sabes tú que su preferida es la Judas?

—Siempre he sido observador, amigo. Seguro que abro vuestra nevera y no hay ni una sola Judas.

—Ayer me dio plantón para jugar con Hela —intervino Jimmy con los brazos cruzados en señal de protesta.

—No me digas, tío. —Amadeo se acercó a él y le pasó el brazo por encima—. Normal, si es que hasta una nena juega mejor que tú.

—¡No tiene gracia!

—Ahora en serio, Estani, ¿te gusta Hela? —soltó Amadeo.

—No.

—¿Ni un poquito? —insistió.

—No —espeté tajante y cruzamos una mirada de entendimiento.

Resopló. Él sabía a la perfección quién me gustaba desde hacía tiempo, aunque no queríamos contárselo a Jimmy, si es que no se había dado cuenta ya. Eso era porque nos habíamos prometido que ninguna relación externa afectaría a nuestra amistad, y salir con su hermana sería ponerla en riesgo. Cualquier disputa entre nosotros haría que Jimmy se viese en el compromiso de posicionarse de lado de alguno de los dos. Cualquier daño o problema podría afectarle a él también. No queríamos ser cuñados, en alguna ocasión me lo había dejado claro después de que me pillase pendiente de Linda. Yo tampoco quería que él lo pasara mal si en algún momento llegaba a vernos a su hermana o a mí sufrir por la relación. Era una tontería echar a perder una verdadera relación entre amigos, casi familia, por sentimientos pasajeros. Así pensaba yo.

—¿Y si Estani cayera en la tentación de la diosa nórdica? —El pelirrojo me dedicó una sonrisilla de soslayo.

—Pues menudo marrón para los padres de ambos —saltó Amadeo riéndose a carcajadas.

—No entiendo el atractivo que le veis a hacer suposiciones sin sentido.

—De sin sentido nada, amigo. Todo puede ocurrir en esta vida.

—¿Qué hay de ti con Nicki? ¿O de ti con Paola?—pregunté para cambiar de tema.

Me tenían frito con lo mismo.

—Paola y yo, cero. No me gusta, ya te lo dije. Solo es una chica con la que he cogido confianza rápido.

—Pues como todos con todas —dijo Jimmy encogiéndose de hombros, haciendo parecer que Amadeo acababa de soltar una estupidez. Una estúpida mentira—. Iba a quedar ayer con Nicki, pero no pudo al final. Se lo volveré a proponer.

©Amor por Causalidad I (APC) (COMPLETA) FINALISTA WATTYS2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora