Qué alivio sentí al despojarme de los cientos de granitos que tenía esparcidos por la melena.
La casa rural tenía tres habitaciones que dividimos por parejas: Estani y Amadeo, Nicki y Jimmy, y Pao y yo. Además, para nuestra suerte, cada habitación tenía su propio cuarto de baño, así que acabaríamos rápido y podríamos disfrutar de más intimidad. Fui la primera en ducharse de las dos, eso me dio suficiente tiempo para prepararme. Puse In My Place de Coldplay en el móvil sobre la cómoda que había frente a las dos camas individuales y comencé a pasarme las planchas delante del espejo después de haberme secado el pelo. Eyeliner, rímel y algo de brillo en los labios. Me pasé los mechones lisos tras las orejas como lo solía hacer mi madre con su melena oriental, y me puse varias horquillas para que se mantuvieran quietecitos; quería lucir los piercings de mis orejas. Vestí unos jeans ceñidos y rotos en el muslo y las rodillas, una camiseta oscura con varias guitarras en colores neones y unas botas de tacón con tachas. Cuánto me alegraba de haber traído medio armario de ropa, aunque la maleta de Pao me superaba. Y no quería ni ver la de Nicki.
Esa Nicki...
No me podía creer lo que había pasado en el mirador, tampoco quería recordarlo porque ver a Estani ahí abajo con la mandíbula desencajada y cayéndose... Me ponía mala con solo pensarlo. Suspiré agobiada por aquellas visiones y me lancé sobre la cama con los brazos abiertos y la vista al techo. Solo había una ventana en el dormitorio; era demasiado pequeña para mi gusto. Sonó Brave de Nightbirde y dejé que mi voz fluyera libre y en bajito.
Pao salió del baño poco después en bragas y con un top color vainilla atado al cuello, corrió hacia mí y se tiró al lado salpicándome de agua con los dedos. Rodé los ojos desesperada porque nunca tenía cuidado con esas cosas, menos mal que no me había mojado la cara o el pelo.
—¿Crees que estos dos se habrán arreglado? —preguntó al aire mientras se echaba un vistazo a las uñas puntiagudas que se había pintado de amarillo a juego con el top.
—No lo sé y, si te soy sincera, tampoco me importa. Solo me preocupa el pobre Jimmy.
—Te has pillado un buen cabreo, Hela —se rio—. No sabía que sacaras las garras de esa manera por Estani.
Me reincorporé y fruncí las cejas aún enfadada.
—No es por él, es por cómo se comporta Nicki.
Paola me imitó con la risa tonta y se recolocó detrás de mí.
—Anda, ven. Te peinaré como es debido. —Me quitó las horquillas con cuidado y me quejé solo para molestarla. Ambas nos echamos a reír—. Qué simple eres, Hela. ¿Se puede saber qué son estas horquillas horteras? ¿También las llevarás cuando seas una estrella del pop-rock?
—Te tendré a ti para que me las quites y me peines —me burlé.
—Oh... —empezó a decir como si le hubiese parecido bonito, pero me pegó un tortazo en el brazo y me robó un gritito de dolor—. ¡Oye, cariño, que yo no soy la peluquera ni la niñera de nadie! Bueno, solo de mi Hela.
Enseguida me abrazó para compensar el tortazo y prosiguió con el semirecogido. Así de bipolar era. Me dejó la melena suelta, aunque los mechones tras las orejas me los trenzó y los reunió en la parte trasera de mi cabeza. Ahora sí utilizó las horquillas; primero, para liberarme varias hebras finitas de cabello sobre la frente; luego, para sujetar los mechones de atrás.
—¿Qué os queda? —nos preguntó Amadeo desde el otro lado de la puerta aporreándola como si estuviésemos sordas.
—¡Ya casi estamos! —le contestó Pao y unos pasos alejándose del pasillo nos advirtieron de que se había marchado—. Me pongo los vaqueros y salimos.
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©Amor por Causalidad I (APC) (COMPLETA) FINALISTA WATTYS2021
Romance❤️FINALISTA WATTYS2021❤️ Ninguno imaginó que una coincidencia en el pasillo de la universidad cambiaría para siempre sus vidas. Hela Luna, una joven que apenas se ha dado tiempo para descubrirse a sí misma por las exigencias de su madre divorciada...