Cap 91. Hela

140 38 1
                                    

Por el bien de la «familia», me terminé el plato rápido y volví al cuarto de baño para vomitarlo. Las entrañas me rugían furiosas. No había querido almorzar, no con la palabra «matrimonio» de por medio, pero tampoco había querido perder la compostura porque era lo único que me quedaba. Había reprimido mis emociones durante la comida y durante la vuelta a la cabaña, con mis ojos volando a cualquier detalle del paisaje invernal que me hiciese desconectar de la realidad. Estani tampoco parecía estar entre nosotros.

Al fin en la cabaña, corrí a mi dormitorio, enterré el rostro en la almohada y suspiré sin fuerzas. Tampoco pude llorar. Solo sentía frío y mareos constantes porque mi vida se había vuelto una montaña rusa y había olvidado abrocharme el cinturón de seguridad. Me pregunté si había algo más que mi madre pudiese hacer para hundirme. No, en realidad, me alegraba por ella. Me hacía feliz saber que volvería a casarse y a confiar de verdad en un hombre después de tantos años lamentándose por haber sido abandonada. Me hacía feliz verla ilusionada, enamorada hasta las trancas y disfrutando de su relación. Pero cuando me paraba a pensar en mí... El cuerpo me volvía a temblar exigiendo a gritos una manta y diez horas de sueño para olvidar lo que jamás podría olvidar, los límites que había cruzado con Estani sin vuelta atrás.

Agarré el móvil por impulso y se lo conté solo a Paola por privado. La necesitaba abrazándome y preparándome ese chocolate caliente para las resacas. El teléfono vibró de repente; ni siquiera me inmuté.


Paola:

Mi niña, mi vida, dime que estás bien.

Hela:

Si con bien te refieres a que no estoy

tirada por los rincones de la cabaña

llorando... Estoy bien.

Paola:

Ojalá hubiésemos sabido esto, así yo nunca

te habría animado a lanzarte.

Hela:

No te culpes

Te quiero mucho, ¿lo sabes?

Pase lo que pase.

Paola:

Y yo, cariño. Sabes que te adoro.

¿Nos vemos en Madrid?

Hela:

Sí, nos vemos

Paola:

Te consolaré hasta que te olvides de él,

te buscaré novios y nos iremos de fiesta

o veremos pelis hasta que pases lo peor.

Hela:

¿El domingo por la noche estás libre?

Paola:

¿No vas a despedir a tu padre?

Hela:

No

Paola:

Oh...

El domingo por la noche quedé en acompañar

a Amadeo al aeropuerto a recoger a su madre.

Le dijo que quería invitarme a cenar para

conocerme en persona.

Hela:

Me alegro mucho por ti, te lo mereces

Otro día nos vemos entonces.

❤️


Estuve a punto de soltar el móvil para dormir un rato, pero recordé algo importante y volví al chat de mi padre.


Hela:

¿A qué hora te marchas el lunes?

Papá:

Me marcho la madrugada del domingo

al lunes, cariño. Sobre las 4.

¿Has pensado en lo que me comentaste de venirte?

😁


No le contesté. Apagué el móvil y enterré la cara en la almohada. Eran las seis de la tarde y esperaba dormir, al menos, hasta el siguiente amanecer para empacar las cosas que había traído y volvernos a Madrid cuanto antes.

©Amor por Causalidad I (APC) (COMPLETA) FINALISTA WATTYS2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora