"Siempre te sentirás culpable de romper un corazón que te fue dado para amar. De esos no hay dos."
—Samai Jara
Capítulo 79 – La rosa se apresura a morir.
Alecksander
Música.
Para mí, fue como con Aura.
Amor. Locura. Pasión.
Cuando mamá me dejó en el pequeño refugio estaba tan solo que empecé a sentirme como La Rosa.
Vale, lo explico mejor.
Mamá Omi solía leernos a los niños cada vez antes de dormir. Y yo amaba cuando lo hacía de "El Principito". No por el personaje principal (porque secretamente lo odiaba), sino por La Rosa.
Porque realmente no está, lo único que conocemos de ella es lo poco que nos deja ver El Principito en sus recuerdos. La desesperación de volverla a ver, de regarla y cuidarla.
Yo era la Rosa.
Mamá era el Principito.
Cuando regresaba me miraba como si no pudiese separarse de mí, pero igual se iba.
Y nadie sabe lo que pasó con La Rosa todo ese tiempo.
Y así fue como me enamoré de la música.
Mientras abrazaba el libro con los bordes rotos y una mancha de café en el centro. Porque contrario al incentivo que trataban de darnos desde niños, no todos valoraban a los libros.
Yo tampoco, la verdad.
Pero El Principito me gustaba.
—¿Qué lees, amiguito? —había preguntado un señor con una barriga bastante pesada.
Las visitas estaban prohibidas si no eran familiares directos, por lo que me escabullí y traté de irme. El hombre no me siguió, y eso me tranquilizó.
Empecé a verlo con regularidad. En la cocina. Lustrando pisos o cambiando el papel higiénico en los baños.
Lo vi con tanta frecuencia que me acostumbré a su presencia. Y él a la mía, cuando me acerqué para que me leyera el libro.
No recuerdo su nombre, ni el sonido exacto de su voz. Excepto que siempre me leía cuando se lo pedía.
Excepto esa vez. La vez que sentado debajo de las escaleras, con poca luz, rasgaba una guitarra con toquecitos y los anotaba en un papel.
Odié la música. Porque cuando él hacía música no me leía.
—¿Quieres aprender? —me preguntó con amabilidad y una sonrisita. —Sigues el ritmo con el pie. Lo que significa que tienes buen oído y captas la rítmica con facilidad, no sería dif... —
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Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del Corazón
Teen FictionÉl era el chico más guapo e insistente que nunca jamás vio. Y Aura sabía que eso no era una excusa, pero... ¡Pero, cada vez que se alejaba necesitaba volverlo a ver! Se volvió adicta. Lo empezó a necesitar de una manera loca y enfermiza. Transformo...