Capítulo 21

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¡Este capítulo es sorpresa, así que si no leíste el anterior será mejor que lo hagas! Y por favor, lee la nota al final de esta sección. ¡¡Disfruta!!

"Ella era fría bastante complicada, pero escupía te quieros...sinceros y leales."

-Juan Pablo Silva

Capítulo 21 — ¿Cuándo mi corazón dejó de pertenecerme?

Entro al lugar con una sonrisa, y el choque de ambientes es fortísimo para cualquier ser, por ejemplo, aquel mosco que me venía siguiendo —atraído por mi furia, supongo— acaba de caer en el piso, muerto por la cantidad extrema de olores, y el griterío combinado con la música que apenas te deja escuchar tus propios pensamientos. Siendo sinceros no hay nada agradable en esto, pero siempre me encanto despejarme y olvidarme del mundo, y cuando a los catorce descubrí lo que una fiesta llena de baile le hace a mi sistema no he podido dejarlo, quisiera decir que nunca he sido adicta a salir con continuidad, y solo lo hacía muy raramente, pero mentiría...

Al fin y al cabo, mis padres murieron mientras yo bailaba alocada con Antón...

Sacudo la cabeza, necesito un trago.

Tener en la cabeza el constante recordatorio de mis padres muriéndose, e imaginándome el accidente... tal vez hubiese sido mejor que yo viera el accidente, de verdad. Tal vez podría superarlo... tal vez no doliera tanto...

Trato de apurarme a la mesa de bebida, no sé qué es, pero, pensar en mis padres o en Alecksander, ambos son una puñalada directo al corazón, niego con la cabeza.

Concéntrate en la música, en la gente... Miro a mi alrededor, pero no parece ser la mejor idea.

Me asusta el deseo y carnalidad en los ojos de los hombres.

Y me aterra el odio y los comentarios mordaces de las mujeres.

La cocina prácticamente está señalada por los vasos rojos en el piso, giro mi rostro hacia dónde una buena cantidad de gente se aglomera parece ser que el "Beer-Pong" jamás pasará de moda, en mi vida lo he jugado, pero tal vez lo haga hoy. Solo quiero probar algo que me deje sin oportunidad de pensar en nada más.

Aunque claro, eso sucederá cuando consiga agradarle a alguien.

¿¡Por qué carajos Danielle tiene que ser modelo y Bella tener tantos problemas?!

Sé que sueno como una caprichuda, por lo que tomo un vaso rojo de la pila, asegurándome que esté limpio y sirvo un poco de vodka en mi vaso, como sé que digerir un elefante sería más sencillo a tragarme esto, vació el contenedor de cerezas en mi vaso, y vuelvo a llenarlo de vodka.

Así será muchísimo más fácil.

Doy un sorbo, es fuego y dulzor en un trago, tomo más.

—¿Aburrida? —pregunta alguien a mis espaldas, giro un poco mareada, casi me acabo el vaso, y no sé cuándo pasó, me he dedicado a mirar a los jugadores de "Beer-Pong", al parecer he tomado más que dos tragos. El equipo que me da las espaldas lleva la delantera con dos vasos.

—En lo absoluto —sonrío al chico de ojos grises, es el mismo que he visto en la entrada —Simplemente miro a aquellos tontos acabarse el vodka del lugar.

Él chico de la entrada se ríe.

—¿Sabías que se llama "Beer-Pong" por algo verdad? —al ver mi desconcierto, explica —Es cerveza y tequila.

Sonrojada y avergonzada, me disculpo.

—No es para tanto, a mí me encanta el vodka —lo dice mirando mi boca fijamente, parpadeo un poco desconcertada, y me remuevo incómoda.

Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora