" El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos."
-Octavio Paz
Capítulo 16 - No era la de antes
Era el vestido más bonito que jamás había visto, una obra de arte. Su color durazno abrazaba la cintura de Danielle con tal gracia y naturalidad que parecía haber sido diseñado para ella, se cruzaba detrás pero su espalda desnuda mostraba exactamente lo necesario, para querer volver a verla. Las piedrecitas que estaban pegadas en su cuello y párpados, le hacían digna de figurar en el Olimpo como una deidad. Miraba de manera salvaje y aquellos tacos de gran altura con su figura más hermosa y curvilínea... era grandiosa, Danielle era espectacular.
—Wow —exclamó Belle, mientras acariciaba la página de la revista. No podía creer que conocía a la portadora y nueva cara de "Vogue" y lo más increíble ¡Era mi amiga!
—Wow no. Esto pasa "once in a blue moon" —Exclamé y me lancé a abrazar a la pelirroja.
Ella se río y volvió a guardar la revista en su perfecta y hermosa maleta de "VSCO GIRL", de repente ya no tenía ganas de contar lo triste que había sido mi vida.
—Las extraño todo el tiempo, y en clases es un fastidio. No soporto estar dos clases arriba que ustedes.
Belle le dio un codazo.
—Yo te envidió, estás en el mismo curso que "Los Indomables" —Danielle puso los ojos en blanco, mientras enroscaba un mechón en su perfecta manicura.
—Calla Belle —me reí —Ella casi no pasa aquí. Con sus campañas de modelo y su perfecta vida de actriz y agente social...
Danielle paró de hacer eso con su dedo, mientras se encogía de hombros, cambió de tema y así acabó nuestro recreo. No perdí la concentración en el día, debía sacar lo suficiente para pasar el año, y los primeros exámenes estaban a la vuelta de la esquina.
—Es un buen trabajo, señorita Laners —exclamó la profesora mientras le colocaba un visto a mi dinosaurio verde. Lo decía por pena, porque yo para el dibujo era un fracaso, pero esta vez lo intenté.
Aún no decido si hubiese sido mejor no hacerlo.
Agradecí y me reuní con Bella para salir, Danielle se quedaba para hacer unas prácticas más, el no venir a clase siempre la afectaba. Tenía que igualarse y recuperar notas con constancia. Era extraño, porque parecía que no hace mucho le hicimos una fiesta de bienvenida, pero partió casi al instante.
—Hoy estas más callada de lo usual, Aura —Bella limpió sus gafas con el suéter, y se las puso después — ¿En qué piensas?
Me encogí de hombros y le hablé de lo asqueroso del pure de papá en la cafetería del colegio, y lo excesivo de los precios. Ni bien llegamos a fuera me dio un beso en la mejilla y salió corriendo.
—¡Tengo que ir por Sophie! —Gritó al trayecto —¡¡Te escribo tarde!!
Y desapareció.
Suspiré con temor mientras miraba a mi alrededor. Vaya, eso rimo.
No me gustaba estar sola, por naturaleza era sociable, pero nadie parecía buena gente. Salomé Cortez estaba cerca, es más, y me miraba de reojo, lo sentía.
Su grupo de amigos y ella misma, empezaron a reírse a carcajada suelta. Fruncí el ceño, ¿Qué era tan gracioso?
Lo admitiría, me caí tan bien como el queso azul.
De repente una bocina sonó dos veces, me giré por instinto más que otra cosa y se me cayó el alma a los pies.
Él Sireno, perdón ¿Qué pienso? Enserió eso es patético ¿Sireno? De verdad.
Alecksander el gran y deseado, el atlético y atractivo, el perfecto y con voz de ángel, estaba allí.
Metido en su auto negro —se veía costoso, pero yo no tenía ni idea de autos— como si fuera el rey y dios del lugar, una sonrisa demasiado peligrosa y perfecta tiraba de su boca, y buscaba con avidez entre los llegados.
Entonces sus iris verdes chocaron con los míos, fue como ver un espejo, dónde parece que no ocultas nada, pero está detrás de un cristal. No puedes saberlo.
Parpadeé dos veces y me dijo algo que no entendí, no sé cómo explicarlo, no habló, no hizo señas, ni dejo de sonreír. Simplemente supe que quería que me acercara. Me lleno de fuegos artificiales el estómago, e hizo que el ritmo de mi corazón se descoordinara.
—Alecksander... —susurré mientras me aferraba al metal del auto, no había parte posterior, era uno de esos descapotables que parecían solo pertenecer a puras bellezas. La regla se seguí aplicando, por si no queda claro.
—Hola, sirenita —sus ojos tomaron un brillo perverso —Siempre odié el uniforme de este lugar. Pero parece que a ti todo te queda bien, incluso una falda de cuadros —Me sonrojé, aunque quise evitarlo, él, sin quitar sus hoyuelos perfectos se estiró y abrió la puerta, tuve que dar dos pasos atrás —Tengo que pasar por mi hermana, pero te juro que la mocosa no impedirá que te lleve a tomar algo, ¿Subes?
Quisiera decir que negué la oferta, pero antes de que las mil vocecitas y el siglo de lucha por la toma de mujeres al poder, me afectarán. Ya estaba dentro, en él auto del chico que empezaba a mover mi piso.
¿Cómo era capaz de rechazar su oferta si cada vez que pasaba con él era como volver a ser la de antes?
No.
No era la de antes.
Me sonrojaba, reía y decía tonterías, pero debía admitirme algo. Solo con él, todo mi fantasma huía por su luz.
Solo que era demasiada ingenua para comprender que, aunque tengamos luz, también tenemos oscuridad. Al fin y al cabo, todos tenemos una sombra.
(LEE LA NOTA DE ABAJO. ES IMPORTANTE)
¡Chicos, llegamos hace un tiempo al 1K!
Se que no he dicho lo emocionada que estoy, pero he empezado en trabajar más para ustedes, los quiero muchísimo. Y en poco tiempo han pasado ha ocupar un lugar muy importante. Cada persona que da un comentario, o incluso los que me dan una estrellita, también te quiero a ti lector fantasma, aunque me encantaría saber quien eres.
Estoy muy consciente de que soy una novata, y que apenas empiezo, cometo mil errores, y diez mil fallas, pese a ello me lees. Me diste la oportunidad. Mil gracias, a ti.
Todo esto es por no rendirte. Me has echo no rendirme. ¡¡FELICES 1K!! Cada vez crecemos, les quiero.
Samy.
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Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del Corazón
Teen FictionÉl era el chico más guapo e insistente que nunca jamás vio. Y Aura sabía que eso no era una excusa, pero... ¡Pero, cada vez que se alejaba necesitaba volverlo a ver! Se volvió adicta. Lo empezó a necesitar de una manera loca y enfermiza. Transformo...