Capítulo 85

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Antes de iniciar: ¿Te gustaría que traduzca frases que están en otro idioma?

Bueno, lo haré, y en la corrección del libro traduciré todas las que no estan traducidas.

Sin más, disfruta de la lectura.

"It's okay to cry when there's too much on Your mind-

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"It's okay to cry when there's too much on Your mind-

The clouds rain too when things get heavy."

—Amina Mehmood

"Está bien llorar cuando hay demasiado en tu mente-

Las nubes también llueven cuando las cosas se ponen pesadas."

—Amina Mehmood

Capítulo 85 – Evadir el rojo vivo de la piel.

Una nunca está preparada para que te inserten un cable por la vagina, mucho menos con el chico que hace un rato te comió la boca detrás, pero bueno, cuando se trataba de ser cobarde podía hacer cosas muy valientes.

Como soportar un eco intravaginal con tal de alargar el ver a mi hermano el mayor tiempo posible. Pues estaba fuera esperando a decirme lo fatal persona que soy.

O tal vez gritarme lo irresponsable que me había convertido. Tal vez un poco de la mierda en la que he dañado mi vida.

Pero si, verás, yo no planea mandar mi vida al carajo.

Igual el discurso ya me lo sabía.

—Aura trata de relajarte, así podré encontrar al bebé más rápido. —murmuro la no tan amable doctora de maternidad. Me mordí el labio y respiré profundo. Ella siguió moviendo el cursor por la pantalla, lo hizo por un largo rato, con el ceño fruncido y una expresión de uhm, algo no está bien. —Gírala. —ordeno a la practicante que estaba entre mis piernas sosteniendo el cable, la chica lo movió y puse una mueca de incomodidad.

—¿Pasa algo? —preguntó Aleck detrás de mí con los ojos fijos en la pantalla.

Ni siquiera me imaginaba lo caliente que me vería con plástico entre la vagina. Por favor, nótese el sarcasmo. En mi vida me había metido un juguete, pero tenía sentido que está fuera mi primera vez con algún objeto extraño dentro. Todo a mi alrededor parecía darse de la peor forma.

—Es muy pronto para sacar conclusiones. —determinó la médica, segundos antes de que su rostro se contrajera en una mueca de satisfacción y señalara la pantalla —¡¡Allí está!!

No había nada.

Supongo que debió ver mi expresión porque le hizo zoom a la imagen y volvió a señalarla.

Yo solo veía una especie de negro azulado.

—Justo allí. ¿No lo ven?

—Oh, si sí. Allí está. —respondió la practicante —Felicidades, papis. Es un feto hermoso.

Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora