Capítulo 31

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 "No importa a dónde vas, yo quiero ir contigo"

-Maroon 5.

Capítulo 31 - Alguien muy peligroso para mi corazón.

Alecksander

—¡¡Ñaño grande!! ¡Ñaño grande! —el gritito me hace sonreír, mientras siento como los dedos de Aura se cierran entorno a mi mano. No puedo evitar sonreír. Últimamente lo hago mucho. Y no, no es coincidencia.

—Hola, Alana —sonrío, al sentir como dos trenzas se cuelgan de mis piernas, y pequeños bracitos me aprisionan. No puedo evitar agacharme y ella colgarse como monito. —¿Cómo has estado, pequeñita?

Alana. Una nena de cinco años, llegó acá hace más de dos meses, su madre no la abandonó, solo necesitaba poder cuidarla mejor, esta es la magia de este lugar, contrario a todo lo visto, desde la primera ola feminista, una mujer se preocupó de estas criaturas. Un lugar de oportunidades. No simplemente de un ultimátum.

Mi niña de trenzas morenas me regala un puchero mientras me besa la nariz.

—Tu no tas venido —sus ojitos se humedecen —Diliste que ibas a venir, y no tas venido.

Siento más presiones en mi pierna, y veo a Mathew pelear con Simón, por atención. Son hermosos estos niños, pero también horrendos cuando quieren. Mientras los mantengas hermosos —es decir tranquilos y felices— la magia seguirá existiendo.

Y yo quiero magia, porque esta es una verdadera cita. Mi tipo de cita. La cita del tipo correcta. Con la chica del tipo correcta. Rayos, esto debería parecerme demasiado, pero solo quiero seguir mostrándole mi mundo.

—Alana, yo siempre voy a estar aquí. Y además te traje a alguien, mira, ella es... —me pienso en como presentar a Aura, pero no tengo que hacerlo mucho. Sonrío divertido, mientras miro como inspecciona todo con sus grandes ojos verdes. Dios, es tan hermosa —Sirena. Alana, ella es Sirena. Sirena, ella es Alana. Mi amiga...

—Su novia —completa Alana, mientras besa mi mejilla. No puedo evitar reír. Ella frunce el ceño —Espera... si tu eres sirena, y él es un príncipe... ¡¡Gabriela!!

No puedo evitar cerrar los ojos, mientras la estruendosa voz de Alana entra en mis oídos.

Aura es divertida al afirmar ser sirena, pero niega ser sirenita... no lo comprendo hasta cuando Gabriela —otra chiquitina hermosa— me explica. Simón le da un puñetazo a Mathew y Mathew se gana un beso de Aura por no devolverle el golpe, el muy astuto sonríe mientras Aura besa su mejilla.

Río. Incluso mejor que siempre.

Gabriela intenta hacerme trenzas con Samantha, pero ninguna logra atraparme.

Aura le da un beso a Simón porque el muy llorón no soportó no tener nada en la mejilla.

Samantha le presta su muñeca a Aura.

Camila le confiesa que odia a su hermano Mathew por arrancarle la cabeza a Spider Man —Camila nunca fue de muñecas— Aura reprende a Mathew.

Los niños aman a Aura. Y yo...

Jamás pensé que traería a alguien a este lugar. El lugar que me rescato de mis pesadillas, el lugar donde me consolaban cuando gritaba por mamá. El lugar donde me dieron comida cuando no tenía nada. El lugar que me sanó. Que me hizo mejor.

Jamás nada lució tan correcto.

Y tal vez por eso cuando empiezo a cantar para que los niños puedan dormir, no se siente mal, al fin y al cabo, confío en ella... y mucho.

Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora