Capítulo 3

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"No es muy alta

Pero es inmensa y tiene magia.

Cuando sonríe;

 ella mide lo mismo

que hay entre la

tierra y el cielo

de distancia"

-Efrén Gutiérrez


Capítulo 3 - El chico perfecto, es más complicado de lo que creí

—Muy bien, ahora que tenemos su atención — La voz aterciopelada, que supongo era de una profesora, hizo que dejara de babear por el chico a mi lado —Vamos a explicarles, bienvenidos a "IPDQA" el Instituto Particular y Dotado de Quito y América, se complace en tenerlos a todos ustedes. ¡Bienvenidos para un nuevo año!

Miró hacia nuestro profesor el tal <<señor Rivera>> y con un asentimiento de cabeza le indica que continuara.

—Muy bien alumnos, como les dije soy Sebastián Rivera, el tutor de los estudiantes de primero de bachillerato, y mi compañera es la señorita Pamela Inca, la tutora de los próximos a graduar —risas de emoción se escucharon, y yo trate de no largar un bostezo— conózcanse; que estos años hemos organizado algunas actividades juntos, con la finalidad que los nuevos bachilleres puedan integrarse, y los de sexto puedan tener una idea de lo que es encargarse de alguien. Sin más les dejamos para que realicen el trabajo de presentación, que en síntesis es una redacción sobre su compañero o pareja, que lo describa de manera profesional, académica, y en breves palabras emocional. Tendrán hasta el próximo lunes para entregarlo. Empiecen.

Y sin más los dos salieron del aula, miré a mi compañero, pero el estaba muy entretenido en su celular.

La curiosidad me invadió, ¿tendrá novia? Bueno, supongo que sería lo lógico, con un aspecto así, era una cosa de lo más segura.

Me acerqué un poco para observar, y las pestañas verdes de mensajería me confirmó que estaba usando WhatsApp.

Estiré un poco más mi cuello, para ver que decían los mensajes, y de repente la página se bloqueó.

—Creó que el primer aspecto de mi compañera, será la curiosidad y el entrometimiento. —Respingué y mis mejillas empezaron a tornarse cerezas, abrí y cerré la boca.

<<Trágame tierra>>

—Yo... es que — lo miré y el tenía una sonrisa divertida, y me miraba con una ceja alzada, cualquier mentira que se me ocurriría escapo de mi cerebro —solo...

El ladeo la cabeza, y me encogí sobre mi misma, en mi defensa cualquier ser humano, tiene curiosidad sobre la vida de otro. Es simple humanismo.

—Muy bien, pequeña curiosa, ¿No empezamos ya con esa interesante vida tuya? —su diversión y afabilidad, me tomaron por sorpresa, en todos los libros que he leído, los chicos super mega guapos son un poco déspotas y hostiles, en cambio la diversión en su tono me tomaba con la guarda baja.

Asentí incapaz de hablar, el sándalo y la menta parecían invadir todo el aire, y hacerse un oxígeno alterno que quemaba mis neuronas.

—Muy bien —lo miré, y estiró la esquina derecha de su labio, no pude evitar ver que allí, había una conocida inflamación.

Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora