Capítulo 45

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"Y a veces, un pecado es la entrada al paraíso

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"Y a veces, un pecado es la entrada al paraíso..."

-Anónimo

Capítulo 45 – Esto es "Soy Luna".

Consejo de entender a chicas parte uno: cuando nos lastiman, queremos que lo reconozcan, que hablen sobre lo que hicieron mal y que prometan no volver a hacerlo.

Así, y solo así, es como el chico malo se vuelve el príncipe azul.

Pero, ¿Y si no pasa?

Y si, por el contrario, el chico te está abrazando contra él, y tú estás lo suficientemente idiotizada como para no soltarlo aún cuando te quema su toque.

Ah, la estúpida vida.

¿Qué tiene el destino con jodernos con el amor?

Y es que, si existiera cupido, su nombre se confundiría con el de Satanás.

¿Cuánto duro mi corazón en hacer un pacto con mi cerebro?

Ah, por supuesto, un abrazo de el idiota mentiroso.

Y ahora, con el control en su lugar, con el corazón acelerado y tambaleante como un camión con fuegos artificiales en el infierno, y con el aroma de grasa y pino, pero también de sándalo y champo para hombre, estoy media mareada.

Y dolida.

Estoy muy dolida.

¿Quién demonios te dice "te quiero, pero no es suficiente"?

¡Que alguien le diga que este no es un show para drama de rompimiento de corazones!

Me alejo. Me alejo porque me quema.

—R-Reth, para el auto —y aunque me tiembla la voz, lo digo con convicción.

Reth me ignora. Maldita sea, amargado del demonio.

—Reth para el auto.

—Ignórala, hombre. —dice Antón tan tranquilo.

Y algo en mí, logra conectar.

La estúpida conversación. El que haya salido la anterior noche. El que Alecksander esté aquí.

—Aura... —escucho su voz. Pero cierro los ojos, y la elimino. Él no está aquí.

—¡Si no paras el auto ahora mismo, vomitaré en tus asientos!

El frenazo casi me saca por el parabrisas.

No espero que nadie diga nada, sino que me lanzo por donde está Antón —ya que he quedado arrinconado entre Don Mentiras y Don Engaños— y trato e salir.

Pero alguien, que mi piel reconoce al instante, me toma del brazo, justo cuando mi otra mano abre la puerta.

Antón está aplastado con salsa de pollo en la cara. Lo ignoro.

Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora