Capítulo 61

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"Los humanos priorizamos los sentimientos a la felicidad, y solo tarde caemos en la cuenta de que no son lo mismo

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"Los humanos priorizamos los sentimientos a la felicidad, y solo tarde caemos en la cuenta de que no son lo mismo."

-Samai Jara

Capítulo 61 – Something is wrong.

Había tomado una decisión.

Yo creía que las cosas importantes pasaban por acciones importantes, ya saben, cosas que marcan un antes y un después en nuestra vida. Acciones que lo cambian todo.

Pero no.

Los sucesos que no controlábamos nos obligaban a cambiar la programación. La forma de vivir.

Una decisión era totalmente diferente.

Tu decidías por ti mismo y sin influencia alguna que algo se detenía, o que simplemente dejaba de ser parte de tu mundo.

Así de sencillo. Así de importante.

Yo lo había decidido la tarde de ese día. Después de hablar con la madre de Alecksander.

Había comprendido, por fin que el no iba a regresar y que me quedaría sin explicación alguna. Era la segunda vez que se iba, y ya no era cuestión de que lo perdonara si volvía, la cosa era que; si lo dejaba volver siempre me preguntaría cuando desaparecería.

Y muchas personas en mi vida ya se habían ido de la misma manera, tal vez era hora de no dejar entrar a nadie más.

Nadie dijo que era bueno, solo dije que me protegería más.

Luego estaba mi hermano, ese príncipe que siempre había sido mi escudo. ¿Me molestaban en la escuela? Mi hermano se enfrentaba a aquello. ¿Qué no tenía amigos? Las novias de mi hermano siempre me ofrecían un lugar en los recreos.

Había vivido bajo su protección, que cuando ya no la tuve me di de lleno contra el concreto.

Subí mu alto, y me golpeé muy duro.

Pero el golpe no me destruyo.

Aún así no podía esperar a que me dejara caer. Esta bien. Él se lavó las manos respecto a nuestra familia, pues yo lo había seguido. Había peleado con lo mejor que tenía. Pero no iba a humillar la memoria de papá y de mamá persiguiendo a alguien que no nos quiere.

No más.

Miré el techo rosado de mi habitación y pensé en todo eso. Pensé en lo jodido que todo se había vuelto, y en lo ingenua que fui siempre. Incluso cuando papás se murieron.

No solo confié en alguien que ya me había dejado caer, sino que me enamoré de alguien que solo era fugaz.

—¿Cómo se puede ser tan estúpida? —me pregunté en voz alta mientras mis manos aplastaban mi rostro con frustración.

No importa lo que intentes hacer, algo de preparatoria lleva fecha de caducidad. Siempre. Sin excepciones.

Así que esa tarde me senté en la cama vieja de mi habitación y me di cuenta de muchas cosas:

Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora