Capítulo 18

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"Cuando los hombres aman a las mujeres sólo les dan un poco de su vida; más, las mujeres, cuando aman, lo dan todo"

-Oscar Wilde

Capítulo 18 — Por cierto, estás preciosa.

Las prácticas de animadoras acaban un poco mejor, la coreografía está casi echa, y ayuda que tengamos nuestra propia sala, la directora se ha empeñado en darnos todo cuanto necesitamos, no es que me queje, pero sé que las toallitas y los casilleros color durazno son un desperdicio de recursos.

—Aura —llama una chica morena, es muy linda, y me encanta su cabello, todo lleno de churos y casi indomable. Es muy alegre y sociable, y su forma de moverse es espectacular. Aunque jamás ha tratado de hacer buenas migas conmigo.

Si me lo preguntan, ella debería dirigir este grupo.

—Trish —sonrío —¿Qué sucede?

Ella con pasos ágiles se coloca a mi lado, y luego un brazo suyo pasa alrededor de mi cuello, me tenso, pero no la aparto.

—Verás, como sabrás voy a hacer la fiesta del año. Y lo admito, guapa me caías gorda —me guiña un ojo como si eso puede aligerar lo que acaba de soltar —Pero bueno, entiéndeme; estás con el chico con el que he soñado desde Inicial, y te odié más cuando la remilgada de Oquendo te puso a cargo —toma aire, y me aprieta —Pero... con el tiempo pude conocer más de ti, me agradas, mujer. Y he decidido conocerte, te espero el viernes en mi casa. Te mando la ubicación.

Me da un beso en la mejilla a modo de despedida y se va.

Trato de no parecer muy asustada, la verdad es que ha sido muy duro acoplarme a este grupo, no me llevo con nadie, y soy continuamente juzgada, es por eso que aquello me toma desprevenida.

Al salir sé que debo buscar a Alecksander, y odio aquello, es decir después del accidente en el auto se ha portado muy reservado, y cada vez que intente hablar con él se alejaba.

Una semana de eso.

Le he prometido a Daniel que sería más responsable y tomaría control de mis actos, pues el golpe en la cabeza me ha conseguido un buen chichón y jaquecas continuas. Ni hablar de los exámenes que empiezan en dos días.

Y respecto a Alecksander debó aclararle que no es su culpa —creo que ese es el problema— un parche en la cabeza y usar gorro está semana no es para tanto. Fue muy considerado antes, ¿Por qué me evita todo este tiempo? Lo intentaré una vez más, o si no, me rendiré. No voy a ir detrás de alguien por más tiempo.

Aunque esté muy guapo y sexy...

Aunque cante como un ángel en el Pandemonio...

Aunque me encante su estilo...

Aunque tenga una sonrisa engreída muy atractiva...

Aunque su cuerpo sea todo un manjar...

Aunque sus labios, vaya, sin palabras...

Aunque sea Alecksander...

Mi teléfono vibra, entro en los baños más próximos y encerrada en un cubículo contesto a "Mantequilla de maní".

—Hola, Daniel —contestó.

—Mermelada —dice el otro lado de la línea —¿Qué tal clases? ¿Te ha dolido la cabeza? ¿Ya comiste?

No puedo evitarlo, y termino riéndome de ello. Me resulta muy tierno que Daniel se preocupe así, nuestra relación va progresando.

—Bien. No. Voy a eso —suspiro —¿Qué tal todo en Donell's?

Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora