"Lo más difícil fue siempre luchar contra lo inolvidable"
-Morat
Capítulo 15 - Enamórate de alguien más"
"Enamórate de alguien más" sonaba a todo volumen en mi cabeza, quería echarme a llorar.
¿Por qué? ¿Por qué?
Odiaba a los celulares. Eran fáciles de ingresar y muy accesibles, con ellos tu privacidad se iba al carajo.
—Ah —gemí y me recosté en la cama, quedando cara a cara con el libro de Química. Sí, exacto está es la clase de "química" que toda chica de diecisiete años quiere sobre su cama.
<<El número de Avogadro>>
Que se vaya al carajo. Odiaba química, y a la maldita almohada que no se adaptaba a mi cabeza.
La puerta sonó dos veces y solo gruñí en respuesta. ¡Quería estar sola!
Odiaba el sonido de la puerta.
Odiaba el rosado chillón de está habitación.
Odiaba química.
Y odiaba que aquí siempre estaba quemando. Pero a la vez tenía frío.
En fin, odiaba no comprenderme ni a mí misma.
Aún recordaba cómo me devolvió el celular, sus ojos estaban mucho más grandes de lo normal y me miraba con una expresión de conmoción, horror y burla.
Justo en mi orgullo.
Con palabras un poco incómodas y balbuceos por la risa me explicó que el nunca me había invitado a la ducha.
¡Me lo había imaginado! ¿¡Cómo era posible?!
Después del momento más vergonzoso de mi vida. De esos que tú dices; <<No, ya no más pendejadas. Lo voy a dejar atrás>> De esas mismas, y luego voy y estreno una nueva temporada completita. Exacto, yo era una caja de vergüenzas.
¿Dónde estaba? Ah sí, Alecksander.
Me explicó que podía ir a dejarme en casa. Alecksander y yo en un auto, era mi sueño. Pero sus ojos me decían "Di que no, di que no" y su boca estaba tensada en una sonrisa incómoda.
Me mordí la boca, y negué, después de un incómodo trayecto nos despedimos y él se alejó.
Era oficial, mi única oportunidad de tener mi propia telenovela amorosa, se acaba de ir al infierno.
¡Por mi miserable imaginación!
La puerta chirrió al abrirse, y me enfoqué en Camila que entraba con una taza humeante a "Princess-room". En serio, todo era de un rosa chillón acá dentro.
—Supe de tu periodo —susurro Camila, mientras me miraba de forma maternal, fruncí el ceño —Daniel está muy preocupado. Dando vueltas por la sala y decidiendo si deben ir al hospital —Mi ceño se frunció aún más mientras que los ojos de Camila brillaban de manera peligrosa. Entrecerré los ojos —Es muy tierno.
Me aclaré la garganta, llamando su atención. Camila se acercó y puso el té en la mesita de mi cama. Siendo sinceros, no me gustaba hablar de aquello, odiaba tener la regla.
—¿Te duele mucho? ¿Necesitas toallas? —sin esperar respuesta se sentó en la cama —De niña comía piña como loca cuando me visitaba Andrés y los dolores desaparecían. ¿Quieres piña?
ESTÁS LEYENDO
Mi Agridulce Salvación © - #1 Los Sabores del Corazón
Teen FictionÉl era el chico más guapo e insistente que nunca jamás vio. Y Aura sabía que eso no era una excusa, pero... ¡Pero, cada vez que se alejaba necesitaba volverlo a ver! Se volvió adicta. Lo empezó a necesitar de una manera loca y enfermiza. Transformo...