Él era el chico más guapo e insistente que nunca jamás vio. Y Aura sabía que eso no era una excusa, pero...
¡Pero, cada vez que se alejaba necesitaba volverlo a ver!
Se volvió adicta. Lo empezó a necesitar de una manera loca y enfermiza. Transformo...
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"—¿Qué es la soledad? —preguntó el principito.
—Es un reencuentro consigo mismo y no debe ser motivo de tristeza, es un momento de reflexión"
—El principito
Capítulo 67 – No más juegos, quiero pelear.
Sound of Surviving - Nichole Nordeman
—¿Cómo estás papá? —pregunto, interrumpiendo el ensordecedor silencio de la sala.
Los ojos del hombre que un día me miraban como si fuera su mundo, ahora solo se llenan de lágrimas vacías sin derramar.
Aprieta los labios y finalmente abre la boca.
—Yo... he estado mejor, creo —no soporto verlo con las esposas, pero ha sido trasladado a la penitenciaria después de que su test mental pudiera... mejorar.
Aunque no veo nada, es como ver un cascarón. Y eso no es una mejora.
Hoy, es la primera vez que hablamos. Frente a frente. Y es como ver a alguien muy distinto con el cuerpo de papá.
—Y estarás mejor. Te lo prometo. Cuando todo esto acabe... estaremos bien. —el aprieta los labios antes de asentir con simplicidad.
—No prometas nada, por favor.
Su respuesta me toma tan de sorpresa que mi mente se queda en blanco. Suspiro y asiento.
<<Recuerda, cuando hables con él no niegues nada. Su cabeza está lo suficientemente revuelta para que el caos siga creciendo, queremos que mejore, si lo confundes cualquier progreso cambiará a peor>> Había dicho el médico legista a cargo del caso. Hice lo que dijo.
—Está bien.
El silencio que le sigue a mi intervención se vuelve más pesado con cada segundo, pero no sé cómo detenerlo. Tengo la carga de que tal vez el silencio es mejor a una conversación, solo quiero que... que él quiera volver a verme.
Siempre he querido eso. No estar sola.
—Y... ¿Has estado bien? —no me deja responder porque cierra los ojos y parece que el recuerdo se lo lleva. Me asusto, porque el terror que cruza su mirada me deja mal.
—Papá... —tomó con suavidad su mano y sus ojos se abren de par en par antes de alejarse de mi toque.
Ninguno habla. Pero ambos sabemos que jamás me he sentido tan desolada como ahora.
Es como si papá me abandonara, y por su decisión. Aún peor que saberlo muerto.
<<Eso no está bien, Aura>>
¿Cómo puede estar bien que prefiera a papá muerto que a papá abandonándome? ¿Qué clase de persona hace algo así?
—Yo he... este año no pude celebrar tu cumpleaños. Espero que... no haya pasado nada —su voz se endurece y me mira con tana atención que lo primero que pasa por mi mente es mentirle.
